Dicen que la veteranía es un grado, y de eso Kevin Anderson sabe un rato. El tenista sudafricano, de 31 años, se sobrepuso a la joven promesa del tenis croata Borna Coric por 3-0 en un partido donde su experiencia le acompañó en los momentos complicados para sacar adelante juegos imposibles, y en los momentos oportunos para aprovechar las bolas de break que tuvo.

Kevin Anderson llegaba a Nueva York en una dinámica más que positiva. Consiguió llegar a la final del ATP 500 de Washington, donde fue derrotado por Zverev, y alcanzó los cuartos de final del Masters 1000 de Montreal, donde de nuevo cayó ante Zverev. Ya en el US Open, llegaba al encuentro tras dos victorias por la vía rápida ante Aragone y ante Gulbis. Por su parte, el croata Borna Coric llegaba mostrando algunas irregularidades. En los Masters 1000 de Montreal y Cincinnati perdió en segunda y primera ronda, respectivamente, ante Nadal y Basilashvili. En el torneo previo de Winston-Salem consiguió deshacerse de Isner en un gran partido, para luego caer sorprendentemente ante Struff.

El partido estuvo marcado por el guión que impuso el sudafricano Anderson, que dominaba los puntos con sus saques y con su potente golpeo desde el fondo de pista. El encuentro comenzó parejo, sin opciones de break para ninguno, hasta que con 5-4 en el marcador, el sudafricano consiguió sacar una bola de break a Coric, que convertiría a la primera para llevarse la primera manga por 6-4. El segundo parcial fue algo distinto, ya que el croata dispuso de hasta cinco bolas de break en un mismo juego que no fue capaz de aprovechar. A partir de aquí, se repitió la tónica del primer set, y hacia el final a Anderson le bastó de nuevo una sola oportunidad para conseguir otro break. Ese break le sirvió para adelantarse en el segundo set que posteriormente cerraría con su servicio por 6-3.

El último set fue otra historia, con un Anderson totalmente crecido y con un Borna Coric incapaz de buscarle las cosquillas al sudafricano. Una nueva rotura de Anderson en su primera oportunidad fulminó al croata, que concedió bolas de rotura en el resto de sus saques, para finalmente caer por 6-2. Finalmente Anderson acabó con un total de 12 saques directos, y un 50% de conversión en bolas de break. A esto hay que sumarle los 31 golpes ganadores que conectó y no ceder su servicio ni una sola vez, para completar un partido casi perfecto por su parte.

Ahora Kevin Anderson se verá las caras con el italiano Paolo Lorenzi, que venció en la jornada de hoy a su compatriota Tomas Fabbiano por 3-0. De nuevo el sudafricano será favorito en busca de un puesto en cuartos de final