Karolina Pliskova se aseguró este lunes su presencia en los cuartos de final del US Open al pasar por encima de la americana Jennifer Brady por un contundente 6-1 6-0 en 46 minutos de encuentro. El partido nunca tuvo ninguna historia, y es que Pliskova saltó a pista con la intención de borrar de la mente de los espectadores alguna posible duda tras su anterior partido.

La jugadora checa llegaba al US Open en un año en el que se ha esperado más de ella. Cayó en segunda ronda de Wimbledon partiendo como favorita a llevarse el torneo, y en los dos torneos previos al último Gran Slam del año, Toronto y Cincinnati, perdió en cuartos de final y semifinales respectivamente, ante Wozniacki y Muguruza. Aquí en Nueva York ganó sus dos primeros partidos ante Linette y Gibbs relativamente cómoda, pero en tercera ronda tuvo que salvar hasta dos bolas de partido para derrotar a Zhang. 

La americana Brady, por su parte, no consiguió superar la segunda ronda ni en Montreal ni en Cincinnati, con derrotas ante Cabrera y Lepchenko. Ya en territorio US Open, consiguió tres importantes victorias, siendo la primera ante Petkovic, en segunda ronda ante una desconcertada Strycova, y recientemente ante la rumana Niculescu.

Quizá el mayor aliciente para que Pliskova mejorase su juego aquí, haya sido la reciente eliminación de Garbiñe Muguruza, su máxima rival para llevarse el torneo. Quizá este ha sido el punto de inflexión que ha llevado a la checa a verse como principal candidata al título. El partido fue un paseo militar de la jugadora checa, que se puso 4-0 arriba en un abrir y cerrar de ojos. En este punto Brady consiguió su único juego del encuentro, y lo hizo salvando dos bolas de break que le evitaron irse con un doble 6-0.

El primer set a pesar del resultado tuvo algunos juegos de dificultad para Pliskova, aunque los acabó solventando sin más. El segundo set fue otra historia, la suma de una marcha más metida por la checa y una Brady desbordada por la situación. La americana solo fue capaz de hacer 5 puntos en todo el segundo set ante una Pliskova que no tuvo ninguna compasión. 

Ahora Karolina Pliskova se verá las caras con la jugadora que resulte ganadora del enfrentamiento entre Coco Vandeweghe y Lucie Safarova. La checa se posiciona como máxima aspirante al título, el cual ya estuvo a punto de conquistar la pasada campaña cuando perdiera la final contra Kerber en el definitivo set. Ahora sus máximas rivales a priori son Madison Keys, la ganadora del Kvitova-V.Williams y una Sloane Stephens en estado de gracia.