Tras alcanzar por vez primera en su carrera los cuartos de final del US Open, último Grand Slam de la temporada, el español Pablo Carreño se congratuló de de su manera de servir en los tres desempates que tuvo que jugar ante su joven rival, el canadiense Denis Shapovalov. "Normalmente los 'tie breaks' los gana el que saca mejor y en los tres he sido agresivo y he sacado muy bien".

El gijonés, duodécimo cabeza de serie del cuadro, atribuyó su creciente mejoría en los desempates a su experiencia en el pasado torneo de Roland Garros, donde alcanzó sus primeros cuartos de final de Grand Slam, aunque descartó que sea un fuera de serie. "No me considero un fuera de serie o un 'supercrack', soy un jugador que ha trabajado mucho para estar aquí y voy a seguir trabajando para seguir mejorando. Estoy en el mejor momento de mi carrera", explicó. 

Carreño consideró que una de las claves de su victoria ante Shapovalov fue el primer set, un set en el que logró recuperar una desventaja de 5-2 abajo. "Iba 5-2 por debajo y cuando me hizo el 'break' hice un cambio en mi mentalidad, no tanto en mi juego, y me di cuenta de que podía ganar el partido", declaró el español que también reconoció que en el tercer set tuvo muchas dificultades. "Pude romperle el servicio en el primer juego, no lo hice y eso hizo que él se soltara y comenzara a pegar más duro a la bola. Por suerte, pude darle la vuelta con otro 'tie break' muy bueno". 

De su rival, el jugador más joven en llegar a una cuarta ronda de este torneo desde que lo hiciera Michael Chang en 1989 con 17 años, el tenista español apuntó que en el futuro puede ser uno de los hombres que domine el tenis mundial. "Es una estrella emergente y en un momento en el que se está buscando un relevo a los Nadal, Federer, Djokovic y compañia, cuando aparece alguien como él, que lleva un mes jugando increíble, es normal que la gente se ilusione mucho. El público estaba claramente con él. Hubo mucho ruido en la pista y poder ganar un partido así ante 15.000 espectadores es algo que hay que valorar". 

Con su triunfo ante Shapovalov, Carreño ya es decimotercero en el ránking ATP y tiene el acceso al top10 muy cerca. Sin embargo, el asturiano no quiere pensar en eso y afirma que su objetivo sigue siendo ir partido a partido. "Estoy concentrado en tratar de marcar esa diferencia que me permita ser mejor que mis rivales en el circuito, que es de un nivel muy alto. Sea cual sea mi rival, será muy difícil", declaró el español sobre su siguiente oponente, que finalmente será el argentino Diego Schwartzman, que batió al francés Lucas Pouille en cuatro mangas.