El partido de hoy no será un nuevo escenario para Rafael Nadal, que ya sabe lo que es jugar una final en la Arthur Ashe. Es más, el tenista español ha jugado tres finales aquí, todas ellas ante el mismo rival, Novak Djokovic. De ellas, se podría decir que guarda un buen recuerdo: las tres se decidieron en cuatro intensos sets, pero dos cayeron de su lado. Nadal se proclamó campeón del US Open en dos ocasiones, la primera de ellas en 2010, año que él mismo define como el mejor de su carrera y donde conquistó Roland Garros, Wimbledon y finalmente el US Open por primera vez y para poner el broche a su espectacular año. El de 2013 también fue realmente especial, ya que puso la guinda a una temporada increíble que supuso su regreso a las pistas tras un 2012 donde no jugó ningún torneo tras caer en segunda ronda de Wimbledon. Ese 2013 Nadal conquistó Roland Garros y Us Open, y 6 Masters 1000, cosechando un balance de 75 victorias por solo siete derrotas en todo el año.

El mallorquín está viviendo una segunda juventud después de que muchos le diesen por muerto tras su fatídico 2016. Un año en el que no consiguió ningún gran resultado, perdiendo en primera ronda de Australia, retirándose en Roland Garros, no jugando Wimbledon, y cayendo en tercera del US Open. Ahora en 2017 Rafa Nadal ha vuelto, comenzó el año en novena posición del ranking y ocho meses después y tras muchos años alejado, ha vuelto al número uno. 

Rafa Nadal ha vuelto a dominar el tenis mundial en un año donde ha coincidido con la segunda juventud también de un gran Roger Federer, con quien se ha repartido los títulos de Gran Slam, a expensas del resultado de hoy. El Australian Open fue para Roger Federer, en una final donde ambos tenistas pelearon hasta la extenuación en el que para muchos es el mejor partido del año. Poco después llegó la temporada de tierra batida, donde el manacorí es rey indiscutible y así lo demostró ganando 24 de 25 partidos jugados, perdiendo solo ante Dominic Thiem. Ganó los Masters 1000 de Madrid y Montecarlo, y se hizo con Roland Garros sin perder ni un solo set. En Wimbledon no logró un gran resultado, cayendo en octavos de final ante Gilles Muller, y siendo el título de nuevo para Roger Federer. En los dos Masters 1000 previos al Gran Slam neoyorquino sucumbió en tempranas rondas ante rivales llamados a ser grandes jugadores en un futuro: Nick Kyrgios y Denis Shapovalov

Y por fin llegó el último Gran Slam del año: el US Open. Un torneo marcado por el gran número de bajas de jugadores de la parte alta del ranking: Raonic, Wawrinka, Nishikori, Djokovic. A todas estas, hubo que sumar la baja de Andy Murray, que anunció su polémica retirada una vez ya se había sorteado el cuadro. La retirada del escocés suponía un posible enfrentamiento entre Nadal y Federer en semifinales, mientras que si Murray hubiese anunciado su retirada antes del sorteo, el enfrentamiento entre español y suizo se daría en una hipotética final.

El primer rival para el tenista balear fue Dusan Lajovic, de quien se deshizo en tres sets, siendo el marcador final de 7-6 6-2 6-2. El español declaraba que le costó encontrar su buen ritmo en pista durante el primer set, pero que poco a poco fue entrando en calor y su juego fue mejorando. El segundo encuentro fue ante el japonés Taro Daniel, y de nuevo volvieron las dudas al principio, dejándose un set. El partido acabó 4-6 6-3 6-2 6-2 para el mallorquín, pero de nuevo volvió a declarar que estaba teniendo algunas dudas en su juego durante los partidos. El argentino Leonardo Mayer fue su siguiente obstáculo, y como venía declarando Rafa, las dudas estaban ahí. Volvió a ser otro partido dudoso, sin ver la mejor versión de Nadal, que de nuevo fue de menos a más y ganó el partido sin mayores dificultades. Fueron tres partidos más complicados de lo esperado, comenzando dos de ellos con un set en contra y con muchas dudas.

Todo cambió a partir de los octavos de final. Nadal se enfrentó al ucraniano Dolgopolov en uno de los mejores partidos que se le recuerdan. Consiguió despejar todas las dudas y demostrar quien era el número uno del mundo y por qué. El mallorquín le endosó un severo 6-2 6-4 6-1 a un jugador siempre peligroso como es el ucraniano. En declaraciones posteriores al partido, Rafa indicaba que había vuelto a reencontrarse con sensaciones que no había tenido en todo el torneo y que le habían ayudado a mejorar su confianza en los golpes. Nadal ya estaba en cuartos, al igual que Roger Federer, y estaban a una sola victoria de verse las caras en semifinales. El rival del balear en cuartos iba a ser una de las revelaciones del torneo, el ruso Andrey Rublev, de tan solo 19 años de edad. El joven tenista ruso no pudo hacer nada ante el recital de tenis ofensivo que venía del otro extremo de la pista, donde Rafael Nadal, ya sin dudas en su juego rodeándole, martilleaba incansablemente al ruso. El marcador final fue de 6-2 6-2 6-1, reflejando el mejor partido del balear en este US Open hasta la fecha. Por la otra parte, se confirmaba posiblemente la mayor sorpresa del torneo: Juan Martín del Potro eliminaba a Roger Federer tras un auténtico partidazo. Cambiaban todos los posibles planes que enfrentaban a Nadal y a Federer en las semifinales, y es que ahora el manacorí se vería las caras con el tandilense por un puesto en la final.

El partido ante Juan Martín del Potro se presentaba como un duelo entre los dos jugadores con más garra y más corazón sobre una pista de tenis. El encuentro arrancaba con el argentino golpeando con una gran dureza y presionando todos los juegos al servicio del balear, hasta que llegó el break para el de Tandil. La primera manga cayó del lado de Del Potro muy merecidamente, pero tras el parón entre sets todo cambió de nuevo. Nadal cambió de estrategia y dejó de buscar el revés del argentino, para intentar variar sus golpes para intentar incomodar de todas las formas posibles a "Delpo". Y lo consiguió. Nadal remontó el partido de una forma espectacular y acabó 4-6 6-0 6-3 6-2. Poco pudo hacer el argentino que físicamente y 'tenísticamente' se vio superado por un Nadal totalmente opuesto al del primer set. 

Ahora Nadal se verá las caras contra Kevin Anderson, que disputará su primera final de Gran Slam. El sudafricano pasa por el mejor momento de su carrera y así lo reflejan los resultados. Ambos tenistas se han enfrentado un total de cuatro veces, resultando en cuatro victorias para el mallorquín. Una de ellas este mismo 2017 en el Conde de Godó, en Barcelona. No va a ser un encuentro fácil, pero si alguien entiende de lograr gestas y sobreponerse a lo adverso, ese es Rafael Nadal.