"Si a Nadal le respetan las lesiones, puede seguir compitiendo a su máximo nivel durante muchos años más", afirmó el que, a partir del año que viene, será el máximo responsable técnico del reciente vencedor del US Open

El mallorquín, ex número uno del mundo allá por 1999, lleva trabajando con su compatriota desde diciembre de 2016 y ha sido imprescindible en el renacer de Nadal, que este año ha vuelto al número uno del mundo conquistando, entre otros títulos, su décimo Roland Garros y su tercer US Open. "Si Rafa sigue como hasta ahora, bien de salud, con motivación y ganas, cuidándose como se está cuidando, le quedan muchos años como este. Es un jugador que ha batido récord tras récord en cuanto a precocidad y también ahora de longevidad. Hacía mucho que no se veía algo así en el tenis", añadió. 

"Cuando llegué al equipo sabía que, si las lesiones le respetaban y seguía entrenando con las ganas, ilusión y confianza que le han caracterizado siempre, habría Rafa para rato y que los resultados, tarde o temprano, llegarían. Se habla mucho del físico de Rafa pero él está ahí con 31 años y acaba de ganar dos Grand Slams. Creo que siempre se ha subestimado un poco su talento, su capacidad para mejorar constantemente, para analizar las cosas y para mí no existe razón alguna para pensar en que no le quedan muchos años en el circuito", declaró. 

El mallorquín, que además de su entrenador es íntimo amigo de Nadal, admite que ya no le sorprende nada de su pupilo: "Cuando ves lo que ha progresado a lo largo de los años, lo rápido que ha ido quemando etapas, ves que ganó Wimbledon con 22 años, que ha logrado cosas que hasta hace poco eran impensables para nuestro tenis… sinceramente ya no puede sorprenderme más. Siempre da lo mejor de sí, es una de los mejores de la historia y mi confianza en él es absoluta". 

Para finalizar, Moyá destaca la ambición y la motivación que ha tenido y tiene su pupilo por seguir mejorando. "Aunque hayas ganado tanto como Rafa, siempre hay espacio para buscar más retos, pocos, pero los hay. De por sí, él siempre ha sido una persona muy competitiva, muy exigente consigo mismo y eso lo hace más fácil. Pero lo mejor es que los éxitos que ha conseguido no han cambiado su manera de ser, siempre encuentra motivaciones para seguir mejorando y evolucionando en su juego. Si eso sigue sucediendo, no hay motivo para no seguir ganando torneos", concluyó.