La tenista francesa Caroline Garcia confirmó que este 2017 está siendo el mejor año de su carrera y se proclamó campeona del WTA Premier 5 de Wuhan (China), torneo dotado con 2.666.000 dólares en premios, al remontar en una final de muchos altos y bajos a la australiana Ashleigh Barty, que tuvo la posibilidad de cerrar el partido a su favor en dos ocasiones en el segundo set. 

Hubo 14 roturas de saque en el total del partido, ocho por parte de Garcia y seis por parte de BartyEl primer juego del partido, que duró casi diez minutos, fue un adelanto de los que veríamos durante el resto del encuentro. No fue brillante en cuanto a calidad pero tampoco no le faltó suspense a una final en la que ambas jugadoras se entregaron a fondo y que parecían más cómodas al resto que con sus propios servicios. Garcia dio primero con un 'break' en el quinto juego pero la francesa no sería capaz de cerrar un set en el que sacó para ganarlo, tanto con 5-4 como con 6-5. En ambas ocasiones, Garcia no fue capaz de disponer siquiera de bola de set y en la muerte súbita posterior Barty no perdonó imponiéndose por 7-3

Barty no domina sus nervios y lo termina pagando

El guión del segundo set fue idéntico al primero sólo que con los papeles intercambiados. En esta ocasión, fue Barty la que llevó la iniciativa en todo momento pero a la que le faltó poner la puntilla. Al final del segundo parcial volvieron a entrar en juego los nervios y Barty no gestionó bien sus emociones. La oceánica dispuso de su servicio en dos ocasiones para cerrar el partido, con 5-4 y 6-5, respectivamente, pero en esos dos turnos de servicio sólo ganó un punto. El partido se convirtió en un carrusel de 'breaks', seis seguidos desde el 3-3.

Barty fue de más a menos con su segundo servicio. Acabó con un 37% de puntos ganados por un 50% de GarciaDe ese descontrol sacó partido Garcia para forzar el desempate, que ganó por 7-4, y seguidamente el tercer y definitivo set. Tras más de dos horas de cruenta batalla, la francesa se veía más entera tanto mental como físicamente y en el set decisivo impuso su ley. Barty no dio su brazo a torcer pero era consciente de que su gran oportunidad había pasado y con su servicio ya había perdido la solidez mostrada al principio del encuentro. 

Garcia quebró el servicio de la australiana antes del primer descanso del set (2-1), una ventaja que, en esta ocasión, sí que supo gestionar adecuadamente. La francesa dio la puntilla a su rival con otro 'break' en el octavo juego y ya con ese enorme colchón de diferencia, no tuvo problemas para terminar cerrando el partido por un definitivo 6-2 y tras casi dos horas y tres cuartos de juego.

Con este triunfo, el primero de este año pero el más importante hasta ahora en su corta carrera, Caroline Garcia refrenda un 2017 en el que ha conseguido explotar definitivamente todo ese gran talento que siempre ha atesorado en su raqueta y se coloca además en la novena posición en la Carrera hacia el Masters de Singapur con 2.911 puntos, a poco más de 700 puntos de la británica Johanna Konta, que ocupa la octava y última plaza que da derecho a disputar el último gran torneo de la temporada.