Gilles Simon ha frenado la buena progresión que David Goffin había conseguido tras vencer el torneo de Tokio el pasado domingo. El tenista francés ha superado en dos sets, 6-7 y 3-6 al belga en una hora y media de juego sobre la superficie dura del Masters 1000 de Shanghái. De esta manera, el jugador de Niza se verá las caras con su compatriota Richard Gasquet en los octavos de final del torneo chino.

Con esta derrota, David Goffin ha vuelto a dejar dudas sobre su estado de forma, que, desde su lesión a mitad de temporada, no ha encontrado su mejor versión. Esto, sin embargo, viene apenas tres días después de lograr el primer título del año en Japón, algo que parecía que revitalizaría el juego del tenista belga, pero que no ha sido así.

Goffin comienza fuerte

El partido empezó sobre la pista con un guion totalmente distinto al que acabó siendo, ya que fue David Goffin quien mandó sobre la pista durante los primeros juegos. Nada menos, fue capaz de meter el miedo en el cuerpo a Gilles Simon a las primeras de cambio con una opción de rotura en el primer servicio del francés. Pero este supo salvar ese complicado embite y entrar de lleno en el encuentro.

Lo volvía a intentar de nuevo Goffin en el tercer servicio de Simon, esta vez con un mayor dominio y dos opciones de break que quedaron en saco roto ante la lucha del jugador francés. Y ese fue un punto de inflexión. El partido entró en un punto muerto en el que ninguno de los dos tenistas ofrecía competencia a su rival, y así, difícil fue no caer en el tie break.

En la ‘muerte súbita’, Simon fue el que se mostró más seguro en su juego, y a pesar de su primer mini break en contra, fue capaz de vencer con holgura a un Goffin que cada juego se encontraba peor, y se adjudicó el set (6-7).

Simon, superior

En el segundo set, Goffin no supo encontrar la manera de doblegar a Gilles Simon, y dominar, y fue el francés quien aprovechó su bajón, que se acrecentó más al perder el servicio en el primer juego del set. El belga no supo cómo reaccionar, y no supo ofrecer la suficiente resistencia para descolocar a su rival, cada momento más cómodo.

No hubo nada más que contar en un segundo set que Goffin nunca tuvo en su mano para empatar el partido, sino que, todo lo contrario, sirvió para que Gilles Simon pasara a octavos de final por la puerta grande (3-6).