Nada ni nadie parece detener a Jo-Wilfried Tsonga en este final de temporada. El francés dio buena cuenta del alemán Alexander Zverev, número cinco del ránking ATP y primer favorito del ATP 500 Viena, para plantarse en sus segundas semifinales consecutivas tras vencer la semana pasada en Amberes. Al igual que en el resto del torneo, Tsonga fue de menos a más y tras hacerse con el primer set en una ajustada muerte súbita, controló perfectamente el encuentro ante un Zverev mentalmente ido y al que parece que se le está haciendo muy larga esta recta final de año. 

Más sólido Tsonga, que terminó con 19 golpes ganadores y 15 errores no forzados. Zverev finalizó con 26 y 29, respectivamente​Si hay algo que está caracterizando a Jo-Wilfried Tsonga durante estas últimas dos semanas es la absoluta templanza y serenidad que está ofreciendo en los momentos claves de los partidos. El encuentro de hoy fue un nuevo ejemplo de ello. Zverev se adelantó por 3-0 en apenas cinco minutos pero Tsonga no perdió la calma y recuperó el 'break' de desventaja dos juegos después. El francés jugaba con fuego pero siempre que estuvo exigido actúo como el gran campeón que es. Justo lo contrario de lo que le sucedió a Zverev que, en ocasiones y pese al gran año realizado, sigue dando alguna que otra muestra de inmadurez, cosa que tampoco es tan extraña teniendo en cuenta que sigue siendo un chaval de sólo 20 años.

Con 6-6 en el desempate, el alemán no se lo pensó y se jugó su segundo servicio pero falló, cometiendo su tercera doble falta del partido, algo que Tsonga supo aprovechar para, con una volea ganadora, cerrar por 8-6 un primer set que se alargó hasta la hora de duración. 

Desconexión de Zverev

Pese a que inició el segundo set de nuevo 'break' arriba (1-0), el lenguaje corporal de Alexander Zverev no era ni mucho menos el adecuado para tratar de obrar la remontada. El alemán no pudo consolidar su ventaja y a partir de ahí comenzó a desconectarse del encuentro. 

Es la sexta semifinal del año para el francés, de las cuales ha decantado a su favor cuatro La derrota del joven teutón era cuestión de tiempo y en el sexto juego Tsonga desequilibró de manera definitiva el partido con otra rotura con la que puso un 5-2 ya inalcanzable para su rival. Zverev estaba dando tantas muestras de apatía que parte del público congregado en la pista central comenzó a recriminarle con silbidos su actitud, algo que pareció darle igual, puesto que su cabeza ya no estaba en Viena. Antes de confirmar su derrota, Zverev salvó tres puntos de partido pero fue un mero espejismo y en su cuarta opción, Tsonga certificó su victoria estableciendo el definitivo 6-2 en el marcador. 

Ahora, el francés, octavo favorito del cuadro, tendrá que lidiar con alemán Philippe Kohlschreiber, número 34 del mundo y verdugo del argentino Diego Schwartzman, para tratar de alcanzar su segunda final consecutiva en el torneo vienés tras la que perdió ante Andy Murray el pasado año.