El tenista búlgaro Grigor Dimitrov, ha realizado la mejor temporada de su carrera, consiguiendo por primera vez en su carrera un Masters 1000 (Cincinatti), alcanzando su mejor ránking (seis) y clasificándose por primera vez al Torneo de Maestros. Su balance del año ha sido bastante positivo, con 44 victorias, por 19 derrotas. Ha sido finalista en cuatro ocasiones, ganando tres títulos (Brisbane, Sofía y Cincinatti). Grigor, siempre ha manifestado que sus superficies favoritas son la hierba y la pista dura, por lo que se desenvolverá a la perfección en esta pista indoor de Londres. Además de tener un buen saque y buena derecha, tiene un gran revés a una mano, y un revés paralelo, el cual dice que es su golpe favorito. El número seis del mundo, debuta el lunes ante Dominic Thiem, en un Grupo A donde ha quedado integrado, junto con Rafael Nadal y David Goffin, aparte del ya mencionado Thiem.

El año de Dimitrov

2017 sin duda ha sido el año del búlgaro. Empezó ganando el primer torneo que disputó a principios de año, en Brisbane, donde derrotó a Johnson, Mahut, Thiem, Raonic (en SF), y en una gran final a Kei Nishikori. Después de este, disputó el Open de Australia, donde alcanzó las semifinales, y se vio frenado por Rafael Nadal, contra quien cayó en cinco sets. En febrero, disputó el torneo de Sofía, donde consiguió su segundo título de la temporada, derrotando a Janowicz, Troicki, Basilashvili y a Goffin, en la final. En Rotterman, Goffin se tomó la revancha, y eliminó al búlgaro en los cuartos de final. Grigor, no acabó muy bien la primera parte de la temporada, ya que cayó en tercera ronda en Indian Wells (frente a Sock), y en segunda en Miami, ante Pella.

La temporada de tierra batida no fue muy buena, y empezó con dos derrotas en el debut en Marrakech (contra Robredo) y en Monte Carlo (Struff). En Madrid, derrotó a Kohlschreiber y a Karlovic, pero fue frenado en tercera ronda ante Thiem. A la semana siguiente, volvió a caer en el debut en Roma, ante Del Potro. Y cerró la temporada en arcilla con una tercera ronda en Roland Garros, donde Carreño Busta le superó.

Llegó la hierba, una de sus superficies, favoritas, y empezó cayendo en primera ronda en Stuttgart ante Janowicz. En Queen's volvió a la senda de buenos resultados, donde enlazó tres victorias seguidas, hasta las semifinales, donde Feliciano López le eliminó. Por último disputó Wimbledon, el que ha calificado como su torneo favorito, y solventó las tres primeras rondas sin problemas, hasta que se topó con Roger Federer, en cuarta ronda, y cayó derrotado en tres cómodos sets.

Volvió la gira americana de pista dura, pero no la comenzó bien, cayendo en tercera ronda en Washington y en Montreal, ante Medvedev y Haase, respectivamente. Su gran momento del año, y seguramente de su carrera, llegó en Cincinatti, donde se alzó con su primer Masters 1000 de su carrera, sin perder un solo set, derrotando a Feliciano, Del Potro, Sugita, Isner y en la final a Nick Kyrgios. Tras esta gran actuación, se vio sorprendido en segunda ronda del Abierto de los Estados Unidos, donde cayó en tres sets ante Andrey Rublev. Grigor, también firmó una buena gira asiática, llegando a semifinales en Beijing, y cuartos en Shanghai, donde cayó ambas veces contra Rafa Nadal. El búlgaro cerró el año con otra final, en Estocolmo, donde fue superado en dos sets ante Del Potro; y con una tercera ronda en París-Bercy, donde cayó ante Isner.

Confesiones previas al torneo

Este viernes, expresó ante los medios que no siente más presión al ver los resultados de los jugadores más jóvenes, y que cuando él estaba en su situación "quería jugar contra los mejores del circuito". Además está "encantado" de disputar el torneo, ya que en el pasado se lo perdió "por muy poco". "Es un contraste muy importante en comparación con lo que hacemos el resto del año. Nos tratan genial", añadió. 

Fue preguntado también por los números uno y dos del mundo, y manifestó que la temporada de Rafael Nadal y Roger Federer es "increíble" y que ambos son "la definición de campeones". "Ganaron los cuatro Grand Slam. Rafa y Roger son la definición de tenis y de campeones. No puedo decir mucho más: los hechos hablan por sí mismos", dijo el búlgaro. Por último, Dimitrov manifestó que no es un muy partidario de los cambios que se han realizado en las 'Next Gen ATP Finals': "Está bien probar cosas nuevas, aunque no soy un gran fan de los cambios en el tenis. Es un deporte muy tradicional, me gustan las cosas como están ahora", finalizó.