Londres acoge, como viene siendo habitual, las ATP Finals. El último torneo del curso, el escenario que hace Maestro a uno de los mejores de la temporada. Un certamen prestigioso, un título que todo tenista desea tener. Una manera más que magnífica de cerrar un año brillante. No todos llegan a Londres, sólo ocho, los ocho que mejor han estado, los ocho que más han sufrido, los ocho más guerreros, los ocho mejores del año.
En el primer día de competición, iban a hacer acto de presencia sobre el fabuloso O2 Arena de Londres los integrantes del Grupo Boris Becker. Y el primero en salir a escena iba a ser el tenista con más títulos en este torneo, el Maestro de Basilea, el catedrático de la raqueta, Roger Federer, que iba a tener enfrente a un “novato” en esto de las ATP Finals llamado Jack Sock.
El estadounidense, que se clasificó tras ganar el Másters 1000 de París-Bercy, no tiene nada que perder y sí mucho que ganar. Un encuentro “fácil”, a priori, para Federer, en donde parte como favorito, pero a la vez un choque trampa.
Federer domina en el cara a cara
Con el duelo del O2, son cuatro las veces que se habrán visto Sock y Federer. En las tres anteriores, el helvético se hizo con la victoria y en todas ellas sin ceder ni un solo set. El partido más reciente se encuentra en Indian Wells, en las semifinales, mismo escenario donde tuvo lugar el primer choque entre ellos en el 2015. En ese mismo año, sobre el suelo de Basilea, Federer batiría al jugador nacido en Lincoln para acceder a la final de “su” torneo.
El suizo aprovecha los primeros instantes del partido
El choque se inició con Jack Sock al servicio. Un primer turno de saque nada fácil para el jugador americano, pues esos primeros compases condenaron a la octava mejor raqueta del curso en el primer set. La tensión y los nervios del debut, el impresionante escenario y el rival que tenía enfrente. Ingredientes más que suficientes para que Federer, de primeras, se adjudicase la primera ventaja del parcial.
Tras ello, Sock se soltó en todos los aspectos. Dejó atrás esa tensión de los primeros instantes del choque y fue un jugador muy complicado de batir en el servicio. En en los pocos intercambios que había, no concedió apenas oportunidades. Golpeaba fuerte y profundo buscando las cosquillas a Federer, cosa que encontraba en varios momentos del set.
Por su parte, el suizo se vio obligado a incrementar el nivel, pues Sock podía acechar en cualquier momento. Federer se mostró muy fiable y seguro en el servicio. Roger lo sabía, y por ello llevó la batuta en todos sus turnos de saque, manteniendo así la ventaja. Pasados 36 minutos de primer parcial, Federer se adueñaba del primer parcial por el marcador de 6-4.
Sock planta batalla al suizo hasta el final
En el segundo set, el guión fue totalmente distinto al inicio del primer parcial, pero el mismo que en el transcurso final del mismo. Sock no tropezó dos veces con la misma piedra y mantuvo el mismo nivel que fue incrementando desde que comenzase el choque. Federer, consciente de ello y a sabiendas de que tenía que esperar un resquicio que pudiera conceder el americano al resto, no bajó el nivel en el servicio y mantuvo parejo el set.
Y esa tregua que esperaba Federer la encontró en el séptimo juego del parcial. Tras un cúmulo de errores, el suizo disfrutó de 15-40, pero Sock aguantó el tipo. Nuevamente, se volverían a repetir dos opciones de break a favor del suizo, pero el americano no dio su brazo a torcer y siguió con vida, como tampoco lo haría un turno de saque después salvando otra pelota de rotura.
Mientras toda esta batalla se desarrollaba sobre el servicio de Sock, entre lucha y lucha, el suizo daba una exhibición majestuosa de saques en blanco para mantener la igualdad sobre el marcador y despejar así posibles dudas que pudieran producirse ante tanta oportunidad de break perdida.
El segundo set estaba abocado al tie break y allí lo desembocó Federer en una nueva muestra de cómo se debe servir en el deporte de la raquera. Ya en el tie break, Federer encontró al fin algo de ventaja, pero Sock la recuperó. Sorprendentemente, el estadounidense tiró por la borda lo conseguido anteriormente con una nueva doble falta, su talón de Aquiles en el debut de las ATP Finals. Con el triunfo en su raqueta, el suizo no desaprovechó la oportunidad de cerrar y vencer, con buena nota, un estreno "trampa" en Londres. El resultado final fue de 6-4 y 7-6(4).