2017 empezaba para Marin Cilic como un año difícil. El croata, que perdió la final de la Copa Davis ante Argentina en un partidazo contra Del Potro, tenía como objetivo repetir su plaza entre los mejores tenistas del año en Londres. Y así fue. Entre medias, un título en Estambul y tres finales perdidas, una de ellas la de Wimbledon. Su balance total es de 44 victorias y 22 derrotas.

Curiosamente, el jugador nacido en Bosnia Herzegovina y con residencia en Montecarlo ha repetido la misma posición en el ranking doce meses después: la sexta. Con 3.805 puntos, ha aventajado en tan solo treinta al belga David Goffin y se ha quedado a menos de doscientos del austriaco Dominic Thiem. A sus 29 años, Marin Cilic parece vivir una segunda juventud y haber olvidado por completo la sanción por dopaje que le impuso la ITF a finales de 2013.

El croata comenzó el año de mala manera, cayendo a las primeras de cambio de Chennai y tan solo llegando a la segunda ronda del Open de Australia, cuando el británico Evans le dejó por el camino. En Montpellier tampoco se vio mejoría alguna y Tsonga le venció en los cuartos de final del Open de Rotterdam. Semanas después llegaría hasta las semifinales de Acapulco, donde Rafa Nadal le dejó por el camino.

Sin embargo, Cilic volvería a los malos resultados en los dos primeros Masters 1000: Indian Wells y Miami. La gira de tierra batida sacó al mejor Cilic, con unos cuartos en Montecarlo y el posterior título en Estambul ante Milos Raonic, el único entorchado que ha conseguido en los últimos doce meses. Una primera ronda en Madrid y cuartos en Roma fueron el preludio de Roland Garros, donde hizo un gran papel cayendo en cuartos ante Wawrinka.

En la gira de hierba se vio a un Cilic colosal. Semifinales de s’Hertogenbosch y, sobre todo, la final de Queens ante Feliciano López, fueron la antesala de Wimbledon. En la capital del tenis por excelencia tan solo Roger Federer se interpuso en su camino y fue destrozado en una final donde solo consiguió ocho juegos. Cilic no jugaría más en todo el verano hasta el siguiente ‘grande’, el US Open, donde no pudo pasar de la tercera ronda.

En septiembre Marin Cilic acudió al rescate de su país para jugar el play off ante Colombia. Sus dos victorias ante Giraldo y González, además del punto de dobles, fue suficiente. Después encadenó tres semifinales consecutivas, en Tokyo, Shanghai y Basilea. Por último, consiguió los cuartos de final en París, último gran torneo antes de las finales.

Así llegó Cilic al Masters de Londres, el gran torneo final de la ATP y que iba a disputar por tercera vez. Un año de altibajos que se vio reflejado en la capital británica. Pese a jugar un gran tenis y demostrar su gran estado físico, el croata se despidió del O2 con tres derrotas en su haber. Zverev, Sock y Federer vencieron por dos sets a uno a su rival, que ocupó la última plaza de un grupo de muerte.

Cilic se presenta en 2018 como un jugador consolidado en la élite. Después de muchos altibajos, y una sanción por dopaje entre medias, Marin Cilic está dispuesto a llegar a lo más alto. Repetir otro grand slam como el US Open de 2014 ante Nishikori es su gran objetivo, además de volver a estar en Londres.