Se esperaba un partido muy atractivo entre dos tenistas que siempre dan espectáculo como Nick Kyrgios Alexandr Dolgopolov, y desde luego no defraudaron. El tenista de Canberra fue capaz de remontar un set adverso (1-6, 6-3, 6-4) y ser el segundo australiano en alcanzar la penúltima ronda del torneo. Y eso que el encuentro no empezó nada bien para los intereses de Kyrgios, ya que las molestias en la cadera durante el partido ante Ebden seguían mermando su rendimiento. Tampoco se debe olvidar que Dolgopolov se plantaba en esta ronda sin ceder ni un solo set. Con estas variables, el primer set se decidió rápidamente en favor del ucraniano en poco más de veinte minutos y con un 6-1 que dejaban pocas esperanzas de remontada para la afición australiana.

Pero nada más lejos de la realidad, el segundo set empezó con una de las típicas desconexiones del ucraniano, que se tradujo en doce puntos consecutivos para Kyrgios, o lo que es lo mismo, tres juegos en blanco y un 3-0 en el marcador. A partir de este momento, el australiano se fue olvidando de sus molestias musculares y terminó adjudicándose el parcial por 6-3.

La tendencia era favorable al australiano, con un Dolgopolov descentrado y con una versión muy distinta a la que había ofrecido ante Schwartzman y Zeballos. El break terminó llegando en el séptimo juego y Kyrgios ya no miró hacia atrás, cerrando el partido poco después con su servicio y consiguiendo el pase a semifinales, eso si,  sin convencer del todo.

En semifinales ya espera el cabeza de serie número 1 del torneo, Grigor Dimitrov, que hoy ha vencido al británico Kyle Edmund (6-3, 6-7(3), 6-4). Durante la semana, ninguno de los dos ha encontrado su mejor versión, pero sin embargo, gracias a su calidad, ambos se han plantado en semifinales, y sin duda será un duelo igualado siempre que la lesión del australiano no vaya a más, sobretodo teniendo en cuenta que el Open de Australia está a la vuelta de la esquina.