Sydney es la última gran cita antes de llegar a Melbourne. La ciudad australiana es la encargada de poner el telón, junto con Hobart, a los torneos preparatorios al primer Grand Slam del curso. En esta edición, Kerber, Barty, Gavrilova y Giorgi serán las cuatro luchadoras que pelearán por el título.
Ni Barty, ni Giorgi ni Kerber dieron opciones a sus rivales
Las tres jugadoras que alcanzaron las semifinales se deshicieron sin problemas de sus rivales en los cuartos de final. Fueron superiores de principio a fin, no concedieron resquicios y aniquilaron a sus rivales en dos sets.
La australiana Ashleigh Barty venció con facilidad a la checa Barbora Strycova por 6-3 y 6-2. No es la primera vez que la joven jugadora australiana sorprende y es que posee un tenis con potencia, pero que lo sabe controlar y consigue sus frutos. Se dio a conocer el pasado curso y ha sabido asentarse en la élite consiguiendo resultados exitosos como el que ha logrado esta semana sobre Sydney.
En el duelo más atractivo de la jornada, Angelique Kerber batió también con autoridad a la eslovaca Dominika Cibulkova. La alemana, tras pasar un duro 2017, en esta semana y media de competición ya ha demostrado más que en todo el año anterior. Busca volver a ser esa tenista sólida, contundente, fiable y segura y lo está consiguiendo. Wim Fisette se nota, y tanto que sí. Kerber vuelve a sonreír.
Por último, el choque entre la italiana Camila Giorgi y la polaca Agnieszka Radwanska iba a ser el encargado de cerrar la jornada de cuartos de final. Saltó el sorpresón y es que la joven jugadora italiana se vistió de fusil para aniquilar a bombazos a la polaca consiguiendo más de treinta golpes ganadores y vencer a Radwanska por 6-1 y 6-2 y verse las caras en semifinales ante Kerber.
Giorgi está firmando una semana mágica, y es que procedente de la fase previa, ha doblegado a Sloane Stephens, Petra Kvitova y Agnieszka Radwanska, todas ellas sin ceder sets. La jugadora mediterránea posee un tenis potente, de golpes fuertes, al palo, coloquialmente conocido en el mundo del tenis, lo cual es un arma de doble filo. Cuando está inspirada es letal y esta semana así lo está demostrando.