La ex número uno del mundo, que tuvo un 2017 para el olvido, pareciera haberse acordado del juego que la llevó a la cima del tenis mundial y en el inicio del primer Grand Slam de la temporada venció a su conciudadana Anna Lena Friedsam por 6-0, 6-4 en una hora y seis minutos de juego. De esta manera logró avanzar a la segunda ronda y suma su décimo triunfo consecutivo en lo que va del año.

En el Hisense Arena,la alemana ganadora del Abierto de Australia en el 2016, comenzó defendiendo el título con creces. En tan sólo 17 minutos se terminó quedando con la primera manga imponiendo su juego y su estilo. Con un servicio arrollador y devoluciones perfectas demostró que quiere seguir escalando y que pretende volver a estar en los primeros lugares.

El segundo set fue algo más complicado para Angelique. Ambas se repartieron los primeros games y llegaron a estar 4-4, pero desde el saque la alemana marcó las condiciones y se terminó quedando con un partido que no le presentó mayores inconvenientes.

"Estoy contento de estar de vuelta aquí. Tengo muchas afinidades con Australia y amo a este país ", dijo después de su victoria. "Fui muy bueno en el juego, sentí la pelota, pero sabía que Anna-Lena lucharía hasta el final. Es por eso que puede ser peligroso. Me despedí de 2017 e intentaré reproducir mi mejor tenis. El año, en cualquier caso, comenzó bien. Retomo mucho placer en la cancha. Espero que esto continúe”, señaló Kerber tras finalizar el cotejo. Y agregó: “Comencé bien pero Anna comenzó a jugar mejor y mejor. "Me siento bien y trato de continuar. Estoy tratando de disfrutarlo de nuevo en corto”

Kerber tuvo un destacado 2016 cuando ganó en Australia, venciendo a Serena Williams en la final, para convertirse en la primera alemana desde Steffi Graf en 1999 en conquistar el torneo. Ahora sueña con la repetición.