Desde que cayera en la tierra batida de Lyon ante el checo Tomas Berdych en mayo de 2017, Milos Raonic no había vuelto a llegar a una penúltima ronda de un torneo ATP. Los recurrentes problemas físicos en su muñeca lo habían alejado de los primeros puestos del ránking (ahora es el número 38) pero en Indian Wells, primer Masters 1000 del año, el canadiense ha vuelto a encontrar su juego. Con su victoria por 7-5 2-6 y 6-3 ante el tenista local Sam Querrey, 21º del mundo, Raonic se ha asegurado volver a unas semifinales ATP tras casi diez meses de ausencia. 

43 golpes ganadores, entre ellos 17 aces, para Raonic que, además, subió 43 veces a la red, de las que ganó 21El choque, el quinto entre ambos hasta la fecha, estuvo lleno de altibajos, entre los que se incluyeron las facilidades que dieron con su mejor golpe, el servicio. Raonic comenzó frío, lo que le costó el 'break' nada más empezar el partido. Querrey quiso aprovechar el regalo y pareció tener la situación controlada pero en el momento de sacar para ganar, siempre lo más difícil, su brazo se agarrotó tanto que cedió dos servicios consecutivos y con ello el set por 7-5. El norteamericano salvó dos bolas de set pero en la tercera, un espectacular resto directo con el revés paralelo de Raonic lo dejó sin respuesta. El canadiense celebró con rabia el punto, puesto que había pasado de tener el set prácticamente perdido a ganarlo en cuestión de minutos. 

Querrey reacciona pero no lo suficiente

Apoyado sin reservas por el público local, Querrey salió a por todas en el segundo set. El estadounidense, enrabietado por haber cedido un parcial que tenía en su mano, quebró dos veces el saque de su rival y puso el 6-2 en menos de media hora. El encuentro se iba al set definitivo y ambos jugadores eran conscientes de que un sólo despiste podía bastar para ganar o perder. Con 4-3 abajo, Querrey sintió la presión y con varios errores con su derecha, cedió un 30-40 más que apetecible para Raonic. 

Querrey tuvo mejores números al servicio pero pagó caro su peor porcentaje en bolas de rotura, tres de nueve, por tres de cinco de RaonicÉste, al igual que hizo en la primera manga, fue valiente y con un resto directo con su derecha, logró el 'break' decisivo. Aunque Querrey vendió cara su derrota (dispuso de tres oportunidades para alargar el encuentro), el pupilo de Goran Ivanisevic consiguió cerrar el partido en su segunda bola de partido, volviendo a sacar el puño con rabia en dirección a su palco.

Hacía mucho tiempo que el canadiense no aparecía en las rondas finales de un torneo tan importante como éste, pero nunca es tarde para volver a ser una figura relevante en el tenis mundial. Con el objetivo de regresar a la final de Indian Wells, algo que ya hiciera en 2016, Raonic esperará al vencedor del último choque de cuartos de final que medirá al argentino Juan Martín del Potro, sexto cabeza de serie, frente al alemán Philipp Kohlschreiber

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Sobre el autor
Manuel García
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.