Del Potro vivió una jornada perfecta. En la previa aparentaba a ser un partido complicado y, posiblemente, a tres sets, pero firme y con solvencia supo resolver el escollo que presentó Milos Raonic y lo venció sin problemas por 6-2 y 6-3. Contento por volver a una final de un Masters 1000, se mostró asombrado por el nivel del canadiense. "Me sorprendió mucho el verle no servir tan fuerte, ya que me esperaba que me complicase con muchos aces a gran velocidad".

El oriundo de Tandil chocará ante un Federer que llega con un inicio brutal. El suizo firmó su mejor arranque de temporada con 17 victorias consecutivas. A pesar de ello y de que parta como favorito, Del Potro está contento de enfrentarlo en la final. "Me gusta jugar contra él, ojalá pueda hacer un lindo partido y lo disfrutemos todos". Será la cuarta final del tenista argentino en torneos Maters 1000. Anteriormente logró llegar a las instancias decisivas de Montreal (2009), Indian Wells (2013) y Shanghái (2013), pero en ninguna pudo alzar el trofeo. "Las condiciones eran difíciles y por eso estoy feliz de haber encaminado el encuentro rápidamente. Me gustaría que mañana las condiciones de pista fueran diferentes, pero no sé cómo estará el tiempo. En fin, intentaré  jugar a mi mejor nivel y ya veremos si las condiciones me acompañan", manifestó quien llegó a 400 triunfos en su carrera.

El historial no es para nada favorable para la Torre De Tandil (6-18). No obstante, Del Potro no pierde las esperanzas y buscará repetir la hazaña del 2009, cuando venció en la final del US Open a Federer. Será una prueba más que difícil poder lograr el título, pero desde que regresó de su lesión es uno de los tenistas que más supo complicar al suizo.