La WTA es ese tenis en el cual cada semana se producen sorpresas y más sorpresas y en donde eso de "hipotéticos cuartos de final", no va con ello. En un torneo de gran envergadura, como es este de Miami, sólo iba a haber una jugadora dentro del Top 10 en las semifinales, la letona Jelena Ostapenko, que se iba a ver las caras con la que ha sido la revelación del torneo, la local Danielle Collins.

Danielle Collins: desconocida, pero con mucho tenis

Esta tenista americana ha pasado a ser conocida tras su majestuosa semana sobre Florida. Con un tenis potente, bastante parecido al de Sloane Stephens por su manera de golpear la bola, dentro del Top 100 y con 24 años, Collins alcanzó sus primeras semifinales en un Premier Mandatory. Todo ello, procedente desde la fase previa siendo la vigésimotercera favorita de ese cuadro de calificación.

Danielle Collins | Foto: zimbio

Tras batir a Tereza Smitkova y a Jana Cepelova, la americana se coló en la fase final donde continuó con su buena racha ganando en primera ronda a la rumana Irina-Camelia Begu. Después vinieron las sorpresas y en tres sets se deshizo de su compatriota CoCo Vandeweghe.

Mismas mangas en las que venció seguidamente a la joven croata Donna Vekic y a la medallista de oro olímpica, la puertorriqueña Mónica Puig. Para acabar, y poner la guinda al pastel antes de las semifinales, Venus Williams, a quien derrotó en dos sets de manera cómoda.

Ostapenko encuentra la llave en la muerte súbitaViendo los dos estilos de juego, el choque se presentaba a un intercambio de pocos golpes. Se dilucidó un gran duelo de tú a tú donde los winners, y también los errores no forzados, iban a tomar el mando del partido. Ostapenko puso rápidamente tierra de por medio con break en blanco, pero la americana se rehizo para mantener igualada la contienda

Los juegos al servicio de ambas jugadoras se sucedieron a continuación sin apenas sobresaltos. El control sobre sus golpes, y fallos de la rival, hizo que Ostapenko y Collins fuesen avanzando poco a poco hasta la zona de más tensión. Y ahí, la americana encontró la rotura para liderar por primera vez el partido.

Jelena Ostapenko | Foto: zimbio

Sin embargo, los nervios de cerrar el set se hicieron notar en la raqueta empuñada por la tenista local que cedió la ventaja finalmente. Ya en la muerte súbita, Ostapenko firmo un fabuloso tie break para acabar barriendo a Collins sin compasión y llevarse así el primer parcial.

La campeona de Roland Garros no concedió oportunidades

A diferencia de otras veces, donde se descontrola y se descentra, Ostapenko supo manejar los tempos del partido y supo lo que tenía que hacer en cada momento. Nada más iniciarse el segundo set, la letona asestó un nuevo golpe a Collins, visiblemente afectada ante la oportunidad desperdiciada en el primer parcial, consiguiendo un break de salida.

La tarea impuesta a Ostapenko era bien sencilla, fiabilidad al servicio y contundencia para mantener la ventaja. Dicho y hecho. La campeona de Roland Garros no cedió terreno y no dio ni una sola oportunidad a la tenista local. De hecho, disfrutó de dos opciones para conseguir un segundo break, pero Collins, tambaleándose cual castillo de naipes, logró mantenerse de pie para seguir a rebufo de Ostapenko.

Jelena Ostapenko | Foto: zimbio

Pero esa oportunidad nunca llegó y al servicio, Jelena Ostapenko certificó su acceso a la final de Miami tras deshacerse de Danielle Collins en dos sets por el marcador de 7-6(1) y 6-3. En la final, otra estadounidense, Sloane Stephens, en lo que será un duelo de vértigo y lo más importante, entre flamantes ganadoras de Grand Slam