Después del empate de Rafael Nadal frente a Alexander Zverev, David Ferrer y Philipp Kohlschreiber se jugaban el paso a semifinales del Grupo Mundial. Un partido por el desempate, un partido por el todo o la nada. Y después de todos los altibajos habidos en él, después de casi cinco horas de encuentro, David Ferrer se ha impuesto en cinco sets por 7-6, 3-6, 7-6, 4-6 y 7-5.

Ambos aguantaban los primeros tiempos del encuentro. Hasta que en el sexto juego Ferrer conseguía el ansiado break de ventaja. Lo cedería minutos después con unos restos increíbles de Kohlschreiber. En el duodécimo juego, Ferrer contó con tres bolas de set, pero no pudo compensar ninguna. Llegados al tie break, el de Javea se impuso claramente con un 7-1. En el segundo parcial, el alemán aprovecha cualquier oportunidad para subir a la red y colársela al español. Con esa táctica y los fallo de Ferrer ayudaron a Kohlschreiber a ponerse por delante y, aunque luego recuperó la ventaja, de nuevo rompió el servicio del español en el octavo juego. Ferrer no presentaba alternativa y no encontraba ningún resquicio con el que hacerle daño al alemán. 

Repartidos los dos primeros set, el tercero fue el más intenso de todos con una hora y 12 minutos de juegos. Ninguno daba su brazo a torcer y break que forzaban break que luego recuperaba el rival. Cuatro roturas y doce juegos después volvieron a medirse en el tie break. En esta ocasión no fue tan fácil para Ferrer que comenzó con una desventaja de 0-3. Pero la grada se vino arriba y él también. Con el 5-4, Kohlschreiber subió a la red e intentó una dejada que no pasó. Eso puso el 6-4, y luego la suerte o la casualidad hizo que una bola del español chocase contra la cinta y cayese pegada a la red, pero del lado del rival. 7-4 en el marcador y Ferrer se ponía con ventaja.

Sin signos de cansancio por parte de ninguno de los dos jugadores, el cuarto parcial se decidió por una rotura en el último juego. Con un 15-40 esta vez la red favoreció al alemán y puso el encuentro en tablas. La pista comenzaba a quedarse a la sombra con la caída del sol y con el viento que soplaba la tierra hacia cegar a los más cercanos a la pista. En el último set, el público daba todo de sí para apoyar al español y Ferrer seguía creciéndose a medida que avanzaban los juegos. Abrió con una rotura que luego Kohlschreiber recuperó. Y ya en el undécimo juego, la presión pudo con el alemán y cedió juego decisivo.

Ferrer quedaba a un juego de clasificar a España para las semifinales de la Copa Davis delante de su público. El tenista español no defraudó, y tras ceder el primer punto de su servicio golpeando a la bola con una caña recuperó terreno de la siguiente manera: primero una dejada a la que a Kohlschreiber le fue imposible llegar (15-15), una gran saque que el alemán resto echandolo fuera (30-15), un golpe defensivo de Kohlschreiber que se fue fuera (40-15) y para rematar un excelente passing a la línea que le daba el juego, set y partido.