La constancia y espíritu de superación de Pablo Andújar a lo largo de los últimos años, en los que ha tenido que luchas contra las lesiones y que le dejaron al borde de la retirada han encontrado hoy su premio con el título en Marrakech. El español se ha impuesto en la final al británico Kyle Edmund, que llegaba a la final como gran favorito. Sin embargo, Andújar le pasó por encima (6-2, 6-2) en poco menos de hora y media de encuentro.

El español salió con las ideas muy claras y convencido de sus opciones de llevarse la final. Intentando alargar los intercambios desde el comienzo, Andújar se colocó rápidamente con dos roturas de ventaja en el primer set (3-0). Edmund intentaba dominar con su derecha, pero era incapaz de superar la solidez desde el fondo de la pista del español, que a pesar de perder una vez su saque, consiguió cerrar la primera manga sin mayores complicaciones.

El segundo set empezaría de forma idéntica al anterior, con la primera ventaja a favor de Andújar, que conseguía volver a romper el saque de Edmund en el juego inicial. Se esperaba la reacción del británico, pero antes de que esta se pudiera producir, el español se encargó de encarrilar la final colocándose con un 4-1 a su favor. Con todo en contra, el británico se soltó y consiguió recuperar uno de sus saques, pero Andújar no se puso nervioso en ningún momento y consiguió poner el broche de oro a la final y volver a sentir esa sensación del campeón después de la dura travesía de los últimos años.

El título en Marrakech supone el cuarto a nivel ATP para Andújar, que ya había ganado este torneo en dos ocasiones cuando este se disputaba en Casablanca (2011 y 2012), además del que consiguió en 2014 en el torneo de Gstaad, también sobre tierra batida. Con los 250 puntos que sumará Andújar, el español adelantará más de cien puestos en el ránking y se colocará muy cerca de volver al top-100.