Guillermo García-López logró su pase a la segunda ronda del Abierto de Barcelona jugando un solo set ya que Kei Nishikori se tuvo que retirar. El español se había impuesto 6-3 a su rival cuándo el japonés no pudo más y se hizo a un lado. Nishikori llegaba a territorio catalán con la esperanza de consolidarse tras la gran actuación en Monte Carlo donde fue finalista. Las buenas sensaciones de aquél torneo ilusionaban al campeón de Barcelona en 2014 y 2015. Esta tarde en el Conde de Godó todo se derrumbó en apenas 46 minutos de partido. 

Más allá de lo que pudo haber pasado hoy en la tierra batida de la cancha central, estaban los estragos de los partidos jugados en el torneo anterior. Nishikori, que apenas regresó a las canchas en enero, acabó muy desgastado de partidos maratónicos en el principado. Esta mañana en Barcelona, pocas cosas le salieron bien al mejor japonés de todos los tiempos. Con dos "aces" superó lo hecho por su rival, pero García-López fue más efectivo en su primer servicio al ganar 85% de sus puntos en primer servicio. 

Si Nishikori quería hacerse sentir, debía crear oportunidades de quiebre y no las logró a lo largo del partido. Su rival pudo crear nueve pero sólo aprovechó dos de ellas. Los segundos servicios fueron un desastre para Kei, que sólo ganó el 42% de sus puntos con esta arma. Así, fue una batalla titánica para el número 22 del mundo incomodar al 69 del ranking mundial. Nishikori intentó mantenerse en pie para el segundo set pero apenas tras el primer punto disputado decidió que lo mejor era retirarse.

Esta acabo siendo la primera victoria para García-López ante el japonés en cuatro enfrentamientos que han tenido. El de La Roda, España sólo le había podido ganar un set en tres partidos a Nishikori. Ahora se enfrentará a Rafael Nadal, el número uno del mundo en la segunda ronda.