Han tenido que pasar 21 años para volver a ver a una pareja totalmente española proclamarse campeona del Conde de Godó. Marc y Feliciano López, los denominados 'Súperlópez', recogieron el testigo de Alberto Berasategui y Jordi Burillo (1997) para conquistar su primer título en Barcelona.

Los españoles vencieron en la final a la pareja formada por el pakistaní Aisam-Ul-Haq Qureshi y el holandés Jean-Julien Rojer por 7-6(5) y 6-4 en una hora y 52 minutos de juego en un choque que comenzó unos minutos más tarde del horario previsto por culpa de la lluvia. 

Triunfo incontestable de los españoles, pese al uno de trece en bolas de roturaEn un día desapacible en la Ciudad Condal, los 'López' se mostraron muy superiores desde el inicio a la pareja visitante. Las opciones de 'break' sólo pasaban por las manos de la dupla local, que dispuso de hasta siete bolas de rotura, cuatro de ellas de set, antes de afrontar el primer y único desempate de la final.

El hecho de haber desaprovechado tantas oportunidades no minó la moral de los españoles. Al contrario, encararon el 'tie-break' con una mayor motivación y fruto de ello, se hicieron con el juego decisivo por 7-5.  Rojer y Qureshi salvaron otras dos bolas de set pero en la séptima y con saque de Marc López, su resistencia se resquebrajó de manera definitiva. En todo el primer set, Marc y Feliciano sólo cedieron cuatro puntos (30 de 34), todos ellos con el primer servicio. 

Con un set ya en el bolsillo, la pareja española no bajó el pistón y continúo fabricando opciones de 'break'. A la novena lograron el único que habría, a la postre, en el partido y comenzaron mandando en el segundo set ya desde el primer juego (1-0). La fiabilidad con el servicio de los locales era absoluta. Sólo tuvieron que afrontar una bola de rotura en todo el choque y tras otro breve parón por la lluvia, a ninguno de los dos les tembló el pulso sentenciando en su primer 'match point' (6-4). 

Con éste, ya son tres los títulos que ostentan los 'López' como pareja conjunta. No lograban uno desde aquella mágica tarde del 6 de junio de 2016, cuando se hicieron con su primer y único entorchado de Grand Slam hasta la fecha, Roland Garros. Cierto es que el inicio de este 2018 no había sido todo lo brillante que ambos hubieran querido, pero este título en el ATP 500 de Barcelona debe servir como impulso para una pareja que ha devuelto el trofeo a casa tras 21 años de sequía.