El francés Lucas Pouille cortó su racha de cuatro derrotas consecutivas en el circuito ATP con un sufrido triunfo ante el italiano Andreas Seppi (6-2 3-6 y 7-6(3)) que le vale para acceder a la segunda ronda del Masters 1000 de Roma, último del año sobre tierra batida y que reparte 4.872.000 millones de euros en premios. El encuentro, disputado en el primer turno de la pista central, se fue hasta las dos horas y cinco minutos de juego tras comenzar con otras dos horas de retraso por culpa de la lluvia. 

Pobres números por parte de ambos: Pouille, 28 golpes ganadores y 46 errores no forzados. Seppi, por su parte, 22 winners y el doble de errores, 44Pouille mostró durante la primera hora de partido. El francés es un tenista de sensaciones y las adquirió inmediatamente en un primer set que dominó desde el principio con un 'break' en el primer juego. Al otro de la red, Seppi no hacía más que fallar una pelota tras otra (hasta 14 errores no forzados en la primera manga), lo cual facilitó bastante la tarea de Pouille, que sentenció el primer set por 6-2 en sólo 28 minutos de juego. 

Pouille supera sus fantasmas

Pero ya se sabe que un partido de tenis puede cambiar en un suspiro. Las buenas sensaciones que había desprendido Pouille durante el primer set fueron desapareciendo poco a poco en el segundo. El francés pudo sentenciar el encuentro al disponer de un 15-40 en el séptimo juego. pero tras desperdiciar esa ventaja el pupilo de Emmanuel Planque sufrió uno de sus habituales despistes encajando su primer 'break' del partido. Seppi aprovechó la situación para hacerse con la segunda manga por 6-3 y llevar el choque al tercero. 

La inercia parecía ir con Seppi. El público local había despertado de su letargo y apoyaba de forma incesante a su jugador, que mostraba más signos positivos que su rival. En el quinto juego, el de Bolzano desequilibró el marcador colocándose 3-2 arriba pero en su intento de consolidar la ventaja, Seppi dio aire a Pouille, que hizo el 'contrabreak' inmediatamente después de estar 40-15 abajo. Esto fue lo que necesitó el galo para recuperar la confianza. Una quinta derrota consecutiva hubiera minado mucho su moral, pero el francés supo luchar contra sus propios fantasmas y se llevó el partido con un claro triunfo en el 'tie-break' por 7-3

En la segunda ronda, el decimosexto cabeza de serie tendrá que verse las caras con el británico Kyle Edmund, reciente cuartofinalista en Madrid y que viene con una buena dinámica en arcilla. 

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Sobre el autor
Manuel García
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.