Enfrentar a jugadores que tienen como fuerte su propio servicio suele ser complicado y más aún, si éste saca a más de 220 Km/h de promedio. Albert Ramos Viñolas logró aprovechar la más mínima posibilidad que dispuso para ganarle a John Isner por 6-7 (5), 7-6 (2) y 7-6 (5) en dos horas y 55 minutos de partido. De esta manera, el español se metió en la tercera ronda del ATP Masters 1000 de Roma.

El set inicial fue muy parejo donde ambos estuvieron sólidos con el servicio. Los games fueron cortos, pero hubo algunos pasajes interesantes donde tranquilamente pudieron haber quebrado, pero las posibilidades escasearon. En el tie-break, Isner demostró su calidad en el desempate y rápidamente estaba 6-2, con cuatro pelotas para set. Dejó pasar tres, pero en la cuarta fue letal y se adjudicó el primer parcial.

La segunda manga fue bastante parecida a la primera con puntos demasiado cortos y ambos efectivos con el saque. El estadounidense no logró conectar tantos aces como en el primer episodio, pero con los cinco que concretó le fue bien. Sin embargo, en el noveno game, el norteamericano estuvo contra las cuerdas: en un dificil juego de saque, Ramos Viñolas se generó un set point, pero no lo pudo asegurar y el capítulo estaba 5-5.

Un nuevo tie-break era el encargado de definir el rumbo del partido, que estaba interesante. El español necesitaba golpear de arranque para no dejar dudas y forzar el set final. Al cambio de lado, Albert Ramos se fue 5-1 arriba y con claras convicciones de no soltar la diferencia. Cuando apareció el set point no lo dejó pasar y estiró la definición del partido al tercer episodio.

El set decisivo fue demasiado parejo y nada parecido a lo que fueron los dos primeros. Acá si hubo algunos quiebres. El oriundo de Barcelona le propinó la primera rotura del servicio, en el game inicial buscando comandar las acciones hasta el epílogo. A todo esto, el oriundo de Carolina del Norte no lo dejó escapar y en el cuarto juego, niveló el tanteador en 2-2.

Ramos tuvo la chance de volver a quebrar en el séptimo y en el noveno game pero no fue eficiente y dejó pasar el tren. Como en los dos sets anteriores, todo comenzaba a encaminarse a un nuevo desempate. Así fué. A diferencia de los otros dos, el tie-break final fue muy parejo y cualquiera podía llevarse el triunfo. El español tuvo el primer match point y no lo desperdició para hacerse con el tan complicado triunfo en el polvo de ladrillo romano.

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Sobre el autor
Gabriel Lorenzo
Periodista Deportivo. Amante del tenis