El Masters 1000 de Roma sigue su curso tras una accidentada jornada de martes, protagonizada por la lluvia. El miércoles, ya con cielos menos amenazantes, presentaría un cartel envidiable, lleno de jugadores de primer nivel. Uno de esos jugadores era el argentino Juan Martín del Potro que, en esta segunda ronda, se mediría con una de las grandes sensaciones de la temporada, en general, y de la gira sobre tierra batida, en particular: Stefanos Tsitsipas. El duelo, que tendría lugar recién entrada la tarde, enfrentaría a dos jugadores con diferentes perfiles, pero misma ambición.

Juan Martín del Potro vuelve a ser el que era. Olvidados ya los problemas físicos, el de Tandil comenzó el 2018 a lo grande, ganando su primer Masters 1000. Tras ser campeón en Indian Wells, donde derrotó a Roger Federer en la final, el argentino se instaló de forma permanente y casi definitiva en el Top Ten, donde actualmente figura como sexta raqueta. Campeón también en Acapulco, y finalista previamente en Brisbane, el sudamericano ha vuelto a ser una gran amenaza, una amenaza, hasta ahora, dormida en arcilla. Disputando tan solo el Mutua Madrid Open, donde cayó sorprendentemente ante Lajovic en tercera ronda, Delpo busca hacer un gran papel en el Foro Itálico, que le de confianza de cara a Roland Garros.

Por su parte, Stefanos Tsitsipas vive su mejor etapa como tenista profesional. El ateniense, único griego en el circuito profesional, ha explotado en estos últimos meses. Dentro ya del Top-50, Tsitsipas ha logrado muy buenos resultados sobre polvo de ladrillo, como aquella final en el Conde de Godó, su primera a nivel ATP. Además, fue capaz de superar la previa en Montecarlo y llegar a las semifinales en Estoril. En Roma, Stefanos comenzó, nuevamente, desde las fases clasificatorias, y pasó la primera ronda gracias al abandono de Borna Coric, hecho que le permitiría llegar fresco y descansado a este importante choque frente a Del Potro.

Del Potro remonta en el primer set

Con una Pietrangeli a reventar, se pondría en marcha este interesante enfrentamiento de segunda ronda. La peculiar pista, tercera en dimensiones en el Foro Itálico, tras la Centrale y la Next Gen Arena, parecía recibir a un jugador local, hecho que denota la pasión de este país por el tenis, sea cual sea el escenario y el contexto; hoy, más respaldo para Del Potro, aclamado por varios argentinos en la grada, ruidosos y entregados como siempre.

Largos y vistosos intercambios para abrir este gran partido. El comienzo, siempre difícil e importante, mostró a dos jugadores decididos, dispuestos a alargar el encuentro todo lo necesario, siendo Delpo el primero en avisar, disponiendo, ya en el segundo juego, de su primer punto de break, salvado magistralmente por un Tsitsipas valiente y muy acertado en la red. Esa oportunidad perdida afectó enormemente a Del Potro, carente de su mejor drive, que cedería su servicio inmediatamente después, en el tercer game. Tsitsipas, jugando muy cómodo con su revés, consolidaría la rotura para adelantarse por 3-1. Sensaciones inmejorables para el jugador de 19 años, que ya sumaba hasta seis winners de revés, arma al que sacaba el máximo partido.

La solidez y la seguridad de Tsitsipas con el saque se fueron resquebrajando paulatinamente, conforme la "Torre de Tandil" se iba metiendo, poco a poco, en el choque. Llevando al límite al griego, y obligándole a sacar su mejor versión, el argentino lograría recuperar el break inicial ya en el octavo juego. Pese a verse un poco más lento y no tan contundente como de costumbre, el campeón de Indian Wells certificaría el quiebre y pondría el 5-4, llevando toda la presión al lado de Tsitsipas. Superada ya la hora de partido, y con las energías al borde de acabarse, Juan Martín del Potro lanzó una última ofensiva antes de un hipotético tie-break; acorralando al griego, el argentino sufrió lo indecible para, ya en el duodécimo juego, efectuar su segundo break del partido y llevarse la primera manga por 7-5, tras 67 minutos y un último juego no apto para cardíacos.

Del Potro impone su ley en el segundo set

Recuperados ya de la batalla con la que se pondría punto y final al primer parcial, Tsitsipas tendría la ardua tarea, ya en los primeros instantes del segundo, de no venirse abajo emocionalmente y buscar la forma de anular a un efervescente Delpo, que tiró de potencia para llevarse el gato al agua. Lejos de aquel Tsitsipas aguerrido y ocurrente de los primeros puntos, el griego no encontraba esa chispa necesaria para imponerse a un jugador de la talla del argentino, mucho más asentado, ahora, sobre la arcilla romana.

Tras un inicio muy poco convincente, Stefanos Tsitsipas cedería mucho terreno, algo que, sin duda, penaliza mucho ante un jugador de las características de Del Potro, que se beneficiaría de ese tramo lúgubre del griego para, en el cuarto juego, romper el saque del teenager y poner así el 3-1. Dirigiendo los puntos, rompiendo los esquemas del europeo y viéndose, por fin, dominante con el servicio, Delpo aseguraría la rotura, extendiendo su ventaja a un margen de tres juegos (4-1) y desactivando por completo a un apagado Tsitsipas. Manteniendo la solidez y la integridad con su servicio, Juan Martín del Potro no redujo la marcha, cerrando con solvencia el partido, 7-5 y 6-3, tras una segunda manga que controló de principio a fin.

Yendo de menos a más, y trancurrida una hora y 43 minutos de partido, Del Potro comenzó con buen pie su andadura en el Foro Itálico. Buscando igualar su registro logrado el año pasado en la Ciudad Eterna, los cuartos de final, registro que coincide con su mejor marca en Roma, el tandilense se medirá en tercera ronda ante otro de los grandes favoritos, el belga David Goffin, noveno cabeza de serie, que sufrió para vencer, el martes, a Marco Cecchinato (5-7 6-2 y 6-2). Duelo imperdible el que sostendrán el argentino y el belga en la jornada del jueves.