Finalísima del Masters 1000 de Roma. Se enfrentaban el número dos del mundo y siete veces campeón del torneo, el español Rafael Nadal, al otro lado de la red, el vigente campeón y número tres de la ATP, el alemán Alexander Zverev. En sus enfrentamientos previos, la victoria siempre fue para el mallorquín. Con la de hoy, Rafa se ha impuesto a su rival en cinco ocasiones.

Huracán Nadal

En el primer juego del primer set, Rafa cedió su saque, Zverev salió con todo a la pista y al resto le hizo mucho daño al español. Tras el varapalo llegó la gran reacción de Nadal, recuperó en blanco la rotura y encadenó un parcial de 16 puntos a tres a su favor. Con ello se colocó con cuatro juegos a uno arriba. El alemán no veía ninguna solución al juego impecable de su oponente, Rafa jugaba con mucha variedad en sus golpes, bolas liftadas, cortadas y mucha variación de altura en su juego. Zverev no sumó ningún juego mas y el set cayó con un contundente seis a uno en 33 minutos.

Rafa se diluyó y Alexander resurgió

De repente, el partido cambió por completo. El germano empezó a golpear con mas claridad y a conectar mas golpes ganadores, por contra, el de Manacor no daba señales del tenis arrollador del que hizo gala en el primer set. Sin claridad de ideas, golpeando tarde y algo pesado de piernas, Nadal veía como ahora era su rival el que encadenaba juego tras juego hasta colocarse con inquietante cinco a cero. Rafa consiguió evitar el "rosco" y el alemán cerró la manga devolviéndole el seis a uno.

Lluvia "salvadora"

La hemorragia seguía en el marcador. El pequeño de los Zverev volvió a romper el servicio de Rafa y se colocó con dos juegos a cero, se encendían todas las alarmas porque el español seguía atascado en su juego y a su rival le salía casi todo. De repente se hacía un murmullo en las gradas, la lluvia hacía acto de presencia y el partido se suspendía por diez minutos. A la vuelta, Nadal ganaba su saque poniendo el tres a dos. Volvía a llover en la ciudad eterna y esta vez el parón fue de 50 minutos, Rafa volvió con mas claridad de ideas y aprovechó el bajón del alemán con su servicio para empatar la final a tres juegos. A partir de aquí Zverev se vino abajo, su servicio le había abandonado. Nadal volvía a ser algo parecido al jugador de la primera manga. Viéndose ya con ventaja mental, Nadal dio el zarpazo definitivo, se metió mas en pista y fue a por el partido con descaro y con grandes golpes que desbordaban las defensas germanas. Con otro break se dispuso a sacar para llevarse el torneo y consiguió cerrar por seis juegos a tres en poco mas de dos horas.

Rafa consigue su 32º torneo de esta categoría, récord absoluto. Tras su victoria en Roma, Nadal vuelve al número uno del ranking ATP que había perdido la semana pasada tras caer en los cuartos de final del torneo de Madrid.

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