El día que todos estaban esperando había llegado. Desde este domingo mismo se ponían en marcha las dos últimas semanas de tenis que se disputan sobre tierra batida. Una maratón larga, de siete semanas, en donde ya se comenzaba a visualizar la línea de meta, una línea de meta que se traspasa llegando a disputar la final dentro de dos semanas y levantando el título de Roland Garros.

Una de la combatientes con opciones de poder lograr tal proeza era la ucraniana Elina Svitolina, flamante campeona en Roma tras revalidar el título del 2017. La de Odessa, en un gran estado de forma, aterrizaba en la capital parisina para dar mucho que hablar y, por qué no, ser campeona en París.

Para ello, es obligatorio superar los escollos que se ponen en tu camino y el primero de ellos iba a ser la australiana, pero nacida en Zagreb, Ajla Tomljanovic, número 68 mundial. Una rival asequible, pero rocosa desde el fondo de la pista y de potentes golpes, muy del estilo de Svitolina. Aunque bien se sabe que en esto del tenis, no hay nunca rival fácil.

Svitolina no llegó puntual

El segundo duelo entre estas dos mujeres se iba a producir sobre la segunda pista de más importancia del Stade Roland Garros, la Suzzane Lenglen. Desde el principio del choque se observó lo que se podría producir en el partido: intercambios duros y largos en donde la mayor chispa y frescura de una de las dos jugadoras justo en el momento más oportuno para lograr el punto podría marcar la diferencia.

Svitolina veía negro el principio | Foto: Getty

Tomljanovic mostró una mayor fortaleza desde la línea de fondo y repartió por todos los lados, algo que la llevó a desbordar contundentemente a una Svitolina que parecía no encontrar su sitio sobre la pista Suzzane Lenglen y que con sólo cuatro juegos disputados ya llevaba acumulados casi una docena de errores no forzados.

Esto provocó ver cómo la australiana, de origen croata, tomaba la iniciativa y en poco menos de media hora se colocaba a las puertas del set. Sin embargo, cerrar un set, y al saque, nunca es tarea fácil. En el juego más igualado de todo lo que se llevaba de parcial, la ucraniana disfrutó al fin de sus primeras pelotas de break.

Comienza un nuevo partido

No fue hasta la tercera, salvando un set ball, cuando Svitolina recortaba distancias y recuperaba uno de los dos breaks para minutos después confirmar ese primer break recuperado y volver a pasar el testigo a la australiana, que se dispondría a sacar por segunda vez para cerrar el primer set.

Pese a que la ventaja del break campeaba aún sobre el marcador, las sensaciones en la pista habían cambiado. La de Odessa había aterrizado al fin y comenzaba a hacer su juego. Por otro lado, la australiana sentía, en la pista y en su nuca, como Svitolina le comenzaba a pisar los talones.

Svitolina entró en juego | Foto: Getty

Tomljanovic perdió la confianza en sus golpes, no era tan certera, y eso sumado a la notable llegada de la ucraniana creó una fórmula más que beneficiosa para los intereses de Svitolina, y muy perjudicial para la australiana. La ucraniana leyó el partido a la perfección justo en el momento más crucial del partido.

A sabiendas de que Tomljanovic no quería tener la bola en su campo, Svitolina pasó bola una y otra vez y encontró lo que quería, el error de la rival. Paso a paso, punto a punto y bola a bola, Svitolina firmó una gran remontada, además de vital para hacerse con el primer set por 7-5 para desesperación de Tomljanovic que lo acabó pagando con la raqueta.

Svitolina culmina la remontada​La tónica de los compases finales del primer set se mantuvo al comienzo del segundo y fue Svitolina quien siguió llevando las riendas del encuentro. Sin embargo, Tomljanovic despertó del mal sueño que estaba viviendo y de nuevo volvió a realizar un tenis más parecido al enseñado en el primer set, algo que provocó ver de nuevo la igualdad en el marcador.

La ucraniana venció a base de expriencia | Foto: Getty

Svitolina apretó un poco más el acelerador y adelantó a Tomljanovic. La de Odessa se hizo con un nuevo break que dejó en la cuneta a la australiana, incapaz ya de poder reengancharse. Finalmente, con poca brillantez, pero con mucha veteranía, madurez, y experiencia, Elina Svitolina doblegó a Ajla Tomljanovic, en un debut trampa, en dos sets por el marcador de 7-5 y 6-3 sacando así su pasaporte a la segunda ronda de Roland Garros.