La oscuridad del anochecer nuevamente fue protagonista en Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada. Ayer por intensas lluvias, y hoy por falta de luz, varios partidos de la jornada número dos del torneo debieron postergarse hasta el día de mañana. Uno de estos partidos ininterrumpidos implicó al que disputaban en el estadio central Tomas Berdych y  Jeremy Chardy, quienes alcanzaron a jugar durante dos horas y quince minutos y se encontraban batallando en el tercer parcial.

Hasta el momento de la suspensión, tanto el checo como el francés demostraron estar a la altura que obliga un  torneo de semejante envergadura y llevaron a cabo un compromiso con mucha intensidad y colmado de aciertos. El tenista local, acompañado por el público francés que lentamente fue abandonando sus butacas por la escasa visibilidad, aprovechó los momentos definitorios de cada set para adueñarse de los mismos por 7-6 (5) y 7-6 (8), y para situarse a un solo escalón de la segunda ronda del prestigioso certamen parisino.

Durante el primer parcial, el actual número 20 del mundo fue solventando sus turnos de saques  aún sin encontrar una óptima regularidad en el porcentaje de primeros servicios. Sin embargo, cuando el parcial llegaba al final y el marcador revelaba la paridad por 4-4,  el francés contó con una importante suma de break points (cinco) a su favor que, de capitalizar uno de ellos, le hubiese simplificado el cierre de la primera manga. Con carácter y buenos disparos con su derecha, Berdych salió ileso de ese arduo e intenso game pero no pudo hacerlo valer en el tiebreak, que terminó cayendo para el tenista local.

La cuota de suerte que muchas veces se requiere en cualquier deporte no se convirtió en ningún momento en aliado del checo de 32 años de edad. Al igual que en el primer parcial, el partido continuó muy parejo, disputado, y ambos hicieron los méritos suficientes para adueñarse del segundo set. Tomas Berdych, que convirtió 16 tiros ganadores y 12 errores no forzados durante todo el parcial, no fue capaz de aguantar el quiebre de ventaja que había obtenido al comienzo del mismo y lo terminó pagando muy caro en un nuevo y luchado tiebreak.

Con una devolución exquisita  y profunda con su derecha, Jeremy Chardy dictaminó el cierre de la segunda manga por 7-6 (8) y dejó contra la espada y la pared al tenista checo que mañana deberá revertir un partido muy complicado si quiere continuar con vida en Roland Garros. La falta de luz dijo basta cuando apenas comenzaba el tercer parcial: con un game por lado, se cerró la jornada en el estadio Philippe Chatrier y obligó a definir el pasaje a segunda ronda en el día de mañana.