El antagonismo en su esencia más pura iba a salir a escena en lo que iba a ser el segundo, y último, partido de la pista Philippe Chatrier en una primer jornada de cuartos de final que se presentaba más que interesante con duelos que prometían dar mucho juego y que harían delicia de todos los transeúntes que se iban a congregar en una día más sobre la instalación parisina y sobre la pista principal del complejo francés.

Un choque que se iba a ver por tercera vez

¿Por qué duelo antagónico? Muy sencillo. Porque sus protagonistas iban a ser Sloane Stephens y Daria Kasatkina. A un lado de la red, la tenista americana, lo que es sinónimo de golpes potentes, duros y sobre todo de rallies largos. En el otro, la jugadora rusa, lo que significa golpes no tan duros, pero sí mucha colocación y sobre todo, peloteos interminables.

Dos jugadoras jóvenes, llamadas a poder mandar en el tenis femenino en un futuro no muy lejano, se iban a enfrentar en los cuartos de final del segundo Grand Slam del año en su pista más importante. Ahora mismo, en cualquier tipo de pista, Stephens es más favorita que Kasatkina, aunque sobre tierra las cosas se igualan más, lo cual abre un amplio abanico de oportunidades a Kasatkina de poder dar una sorpresa que no sería tan sorpresa.

La rusa jugó sus primeros cuartos de final en Grand Slam | Foto: zimbio

Sobre la pista central Philippe Chatrier, se iba a producir por tercera vez en la carrera de ambas tenistas con una victoria para cada una y curiosamente en superficies donde ganó la tenista "menos esperada". En 2016, sobre la tierra verde de Charleston, la estadoundiense venció en tres sets. Dos años después, o lo que es lo mismo, este mismo año, sobre Indian Wells, Kasatkina se tomó la revancha y derrotó a la estadounidense en dos sets.

Primer set de titubeo donde la mayor frescura de Stephens marca la pautaFue Stephens la encargada de mandar en sus compases iniciales utilizando un juego nada esperado y poco usual en ella por no decir prácticamente nada. Inesperadamente, la flamante campeona del US Open, mostró un tenis algo más conservador aunque eso sí manteniendo su esencia de potentes golpes.

La rusa trató de no perder la estela de su rival y lo logró, aunque se observaba a una Kasatkina quizás falta de físico y algo agotada. Probablemente, la ronda del torneo a la que había llegado, la primera vez en su carrera, y el escenario en el que se encontraba también pudieron ejercer algo de presión. En cualquier caso, una fórmula que provocó ver una versión apagada de la rusa y sin poco chispa en sus golpes.

Los golpes de Kasatkina no fluyeron | Foto: zimbio

La estadounidense, haciendo un magistral juego y regalando un maravilloso tenis volvió a tomar la iniciativa y se dispuso a sacar para ganar el primer set. Ahora sí, y sin excesivos problemas, Sloane Stephens se adueñaba del primer parcial por 6-3 y se colocaba a un sólo set de conseguir sus primeras semifinales en Roland Garros.

La poca chispa de Kasatkina se apagó y Stephens remató

La tónica en el segundo set ya no cambió y mantuvo el mismo guión que en sus compases finales. Stephens, a sabiendas de que sin necesitar potencia en sus golpes y que con desplazar mínimamente a Kasatkina era más que suficiente, realizó lo que pedía el partido: la situación ya explicada.

Stephens en acción | Foto: WTA

La rusa no tuvo capacidad de reacción y derrotada, tanto física como mentalmente, observó como Stephens sumaba juego tras juego y se postulaba cerca de vencer el partido y sacar el pasaporte a las semifinales, ese pasaporte que de momento tendrá que esperar para Kasatkina en un Grand Slam.

Reedición de la final del US Open

Pasados los diez minutos de la hora de partido, Sloane Stephens derrotaba a Daria Kasatkina por 6-3 y 6-1 y desbloqueaba así sus primeras semifinales en Roland Garros, las segundas en su carrera tras recientes hace un año en el US Open donde acabó proclamándose campeona precisamente contra la jugadora que chocará en la penúltima ronda del torneo francés, su compatriota Madison Keys, en lo que será la reedición de la final del Grand Slam neoyorkino.

La felicidad de Stephens | Foto: Roland Garros

De esta manera, Estados Unidos se garantiza una tenista de su país en la final y será la primera vez en 17 años que una finalista "yankee" no se apellidará Williams, ya que en el 2002 las hermanas Williams se enfrentaron en la final con triunfo final de la menor de ella, Serena, en dos sets. Stephens y Keys, dos buenas amigas, brindarán un partido lleno de emoción y con muchas alternativas. El jueves, se sabrá quién es la finalista.