La final femenina de Roland Garros coronó por fin a la rumana Simona Halep como campeona de Grand Slam. Pero la número uno del ránking WTA estuvo contra las cuerdas, y es que Sloane Stephens llegó a estar con set y break de ventaja, aunque finalmente la tenista norteamericana acabaría cediendo en tres sets (3-6, 6-4, 6-1).

Después de la final, Stephens explicaba así sus primeras impresiones, mostrándose feliz por haber conseguido llegar a su segunda final de Grand Slam: "Ha sido realmente muy especial poder afrontar una final de Grand Slam. Es algo que no se hace todos los días y poder jugar por segunda vez en un periodo de tiempo tan precoz me da mucha confianza y me siento muy optimista conmigo misma".

Pese a la poca tradición de su país, Stephens ha demostrado un gran nivel sobre tierra batida que le han llevado a acariciar el título en París. "No estoy orgullosa del resultado pero sí satisfecha con mi persona. Crecí en Florida y jugamos en la tierra batida verde. Es una superficie muy diferente a la de París pero me gusta muchísimo el polvo de ladrillo. La verdad que lo que está ocurriendo en el tenis estadounidense es algo de alabar ya que viene por detrás muchísima gente con una muy buena proyección".

La norteamericana aparecerá en el cuarto lugar del ránking WTA a partir del próximo lunes. Respecto a la gira de hierba que empieza la próxima semana, Stephens no ha querido concretar los torneos que disputará antes de Wimbledon: "Soy una jugadora capaz de jugar en todas las superficies y la verdad que no tengo preferencia por ninguna. Creo que es algo muy positivo. Aún no me he planteado a que voy a hacer ya que hemos estado pensando únicamente en París. Quizá vaya a Eastbourne y Wimbledon o únicamente solo a Wimbledon. Lo veremos y lo valoraremos durante los siguientes días pero lo que es seguro es que tengo que cuidarme".