Suele decirse que uno de los partidos más complicados en los torneos de Grand Slam es siempre el primero, el del debut. Sin embargo, para un tenista de la talla de Roger Federer no existen secretos en este tipo de escenarios. Como es tradición en el All England Club, el campeón del año anterior es el encargado de inaugurar el torneo en la pista central, y Federer no faltó a esa cita venciendo en tres mangas a su primer rival, el serbio Dusan Lajovic (6-1, 6-3, 6-4).

El serbio tuvo el honor de adjudicarse el primer juego del partido al saque. Sin embargo, seguro que no se imaginaba que este sería su único juego en todo el primer set. Sumando error tras error y con muchos nervios sobre la pista, Lajovic sufría un parcial de seis juegos consecutivos ante un Federer que no necesitaba emplearse a fondo para empezar a coger ventaja en el marcador.

El parcial favorable al suizo se alargaría hasta el 3-0 del segundo set, conseguido con otra rotura de saque. Lajovic seguía con muchos errores y sacando adelante a duras penas sus servicios a lo largo de esta segunda manga, que también caería del lado de Federer por 6-3.

Ya en el inicio de la tercera manga, Federer se apresuró a evitar cualquier posibilidad de rebelión por parte de Lajovic asegurándose otro break en el juego inicial. A partir de ahí, al suizo le bastó con mantener su servicio para llevarse el partido en tan solo una hora y veinte minutos de juego y dejando unos números al saque notables, perdiendo solo 4 puntos con su primer saque y siete con el segundo.

Si mantiene este nivel, son muy pocos los tenistas capaces de hacer frente a Federer sobre la hierba de Wimbledon. El siguiente en intentarlo será el ganador del duelo entre el eslovaco Lukas Lacko y el francés Benjamin Bonzi.