En una primera ronda en Wimbledon que dejó muchas sorpresas y salidas inesperadas, con un total de 21 semillas femeninas y masculinas despachadas en esta ronda, se esperaba una segunda ronda en la que las favoritas cumplirían. En la pista número uno, la número dos del mundo, la danesa Caroline Wozniacki, se enfrentaba a la rusa Ekaterina Makarova, en un encuentro, con un resultado aparentemente predecible, máxime si se consideraban las siete victorias sobre una, que la danesa buscaba capitalizar como un antecedente importante.
Wozniacki, quien hace unos días resultó ser la ganadora del torneo en hierba de Eastbourne, fue consultada sobre su infructuosa carrera en Wimbledon, a lo que la danesa respondió que este año sería diferente. No obstante, la pista número uno sería testigo de la sorpresa en la segunda ronda de Wimbledon. En la disputa del primer juego, Makarova iniciaría quebrándole el servicio a la danesa y de seguido sostendría para en cuatro minutos adelantarse dos juegos a cero. La danesa, fiel a su naturaleza presionaría y sostendría su servicio para ponerle su nombre al primer juego.
Makarova continuaría con su misión al sostener su servicio y nuevamente, después de un disputado juego, en el que Wozniacki tuvo oportunidades de quiebre, Makarova se anotaría cuatro juegos contra uno. Wozniacki, ganaría un juego más, Makarova serviría por el set (5-2), pero Wozniacki quebraría el servicio de Makarova y sostendría para acercarse cuatro juegos contra cinco. Makarova serviría por el set nuevamente, y en 37 minutos, sosteniendo un 40-15, se haría de la primera manga contra Wozniacki (6-4).
La segunda manga sería toda de Wozniacki, quien inició sosteniendo su servicio y quebrando en dos oportunidades, para rápidamente tomar ventaja en la segunda manga. Wozniacki, se adelantaría cinco juegos a cero contra Makarova. Makarova serviría por permanecer en el segundo set, y por primera vez en el set, sostendría su servicio en 40-15, para ganar su único juego de la manga. Wozniacki, en una hora y diez minutos serviría por la segunda manga, y sin problema consolidaría el 6-1 a su favor, para enviar el partido a una tercera manga definitiva.
La tercera manga sin duda exaltó las emociones de todos los presentes, por su giro inesperado. Makarova iniciaría sosteniendo su servicio, y lo mismo haría Wozniacki. En el cuarto juego, sin embargo, Makarova quebraría el servicio de Wozniacki y consolidaría la ventaja de tres a uno. Makarova volvería a sostener y quebrar, para ponerse inesperadamente cinco a uno. Lo más trascendental del partido, fue la intención de Wozniacki de suspender el partido, alegando el ataque de las hormigas voladoras, nuevamente, como lo hizo en Roland Garros, debido a la oscuridad.
En poco más de una hora y media de partido Makarova serviría por el “upset” en la segunda ronda de Wimbledon. No obstante, lo inesperado sucedería en la pista número uno. Wozniacki quebraría en 40-0 para poner cinco a dos. De seguido, la danesa sostendría su servicio para ponerse cinco a tres, siempre en desventaja. Makarova volvería servir por el partido, y en 40-0 en su servicio, Wozniacki salvaría cuatro pelotas de partido, para ganar el juego, y de vuelta en el servicio empatar, de forma sorprendente, a cinco los juegos ganados por ambas.
Makarova serviría, y le pondría su nombre a la ventaja (6-5), sosteniendo su servicio en 40-0. Wozniacki al servicio amenazaría nuevamente con regresar. Cabe destacar que su título del Abierto de Australia fue precedido por el partido en el que salvó pelotas de partido al igual que su título en Eastbourne. Sin embargo, su servicio no funcionaría y en 40-0 Makarova tendría la oportunidad del pase a la tercera ronda. Wozniacki salvaría una pelota de partido más (40-15), pero no sería suficiente. Makarova dio la sorpresa, y se medirá en la tercera ronda ante Lucie Safarova.