Da igual que viniera en segundo plano, sin disputar un sólo partido en hierba en dos años, porque su infinita ambición siempre acaba superando cualquier obstáculo. Serena Williams luchará por su octavo entorchado en Wimbledon, su Grand Slam preferido, tras derrotar con más facilidad de la prevista a la alemana Julia Goerges, decimotercera preclasificada, por 6-2 y 6-4 en una hora y diez minutos en la segunda semifinal del cuadro femenino. 

Goerges acabó con 20 golpes ganadores pero sólo con un 59% de puntos ganados con primer servicio, frente al 87% de SerenaAl igual que en la ronda de cuartos de final ante la italiana Camila Giorgi, la menor de las Williams volvía a tener enfrente a una jugadora agresiva, que no suele especular y con el mejor saque del circuito, a tenor de sus 257 saques directos en lo que se lleva de 2018, la que más en el circuito. Pero poco le duró la esperanza a Goerges que, tras un inicio en el que pudo tutear a la estadounidense, vio como su rival ponía una marcha más para quitarle la iniciativa desde el fondo de la pista. Serena utilizó su derecha para sacar de la pista a la alemana y con dos 'breaks' consecutivos se hizo con el primer set por 6-2.

El balance entre golpes ganadores y errores no forzados favorecía a Goerges. Sin embargo, eso terminó siendo un espejismo. La de Bad Oldesloe volvió a pagar su mal día al servicio con otra rotura en el mismo juego que en la primera manga, el sexto, poniendo a Williams a sólo dos juegos de la final (4-2). Pero hasta a la más grande le cuesta cerrar. Goerges se ganó una oportunidad de soñar con la remontada gracias a un gran resto de derecha con el que ponía el 4-5 en el marcador. Desgraciadamente para ella, esto sólo fue una momentánea alegría antes del temido desenlace. La alemana no superó la presión de sacar para mantenerse en el partido y Serena sentenció el encuentro sin contemplaciones, con un 'break' en blanco que le permite regresar a una final de Grand Slam año y medio después. 

Todavía siendo menor de edad, Serena Williams conquistaba su primer 'grande' en el US Open en 1999. 19 años después, la exnúmero uno del mundo tendrá la oportunidad de sumar su 24º Grand Slam e igualar a Margaret Court. La estadounidense quiere seguir reescribiendo su propia historia y para ello reeditará la final de hace dos años frente a Angelique Kerber, otra tenista que vuelve a resurgir de un aciago 2017. La de Bremen derrotó por un doble 6-3 a la letona Jelena Ostapenko en la primera semifinal y buscará su particular revancha ante Serena dentro de dos días. 

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Sobre el autor
Manuel García
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.