El tercer Grand Slam de la temporada entra en su tramo decisivo. Tras la disputa de las dos semifinales femeninas en la jornada del jueves, este viernes se conocerán los dos nombres que lucharán por la gloria el próximo domingo en la final masculina. En la primera semifinales se medirán dos jugadores que, a pesar de encontrarse en el mejor momento de sus carreras deportivas, nadie esperaba encontrarlos en la penúltima ronda del torneo. Se trata de Kevin Anderson y de John Isner. Números ocho y diez del ránking ATP, tenían como principales escollos a Roger Federer y a Marin Cilic en la parte alta del cuadro, pero el croata perdió por sorpresa frente a Guido Pella en primera ronda y el suizo se vio sorprendido por la increíble remontada de Anderson en cuartos de final.

El tenista Johannesburgo sigue alcanzando nuevas metas a sus 32 años de edad. Y es que tras alcanzar la final del último US Open, ahora tiene otra gran oportunidad en Wimbledon, donde la de este año es ya su mejor participación en el torneo británico. Su nivel en el torneo ha ido de menos a más, sin hacer mucho ruido pero haciendo muy bien sus deberes. Empezó ganando sin complicaciones al eslovaco Norbert Gombos en tres mangas. A partir de ahí, Anderson se ha encontrado con jugadores de la talla de Andreas Seppi, que le araño incluso un set en segunda ronda, Philipp Kohlschreiber, quien tampoco pudo frenar el saque del sudafricano, y Gael Monfils, que pese a jugar un gran partido y amenazar con una remontada épica, también acabó sucumbiendo en la cuarta manga.

Sin embargo, estos partidos quedan muy olvidados en el momento en el que Anderson consigue eliminar a Roger Federer en los cuartos de final. El suizo llegaba a la cita sin haber cedido ni un solo set en todo el torneo y con unos números al saque sobresalientes. Además, el 6-2 favorable al de Basilea en el primer set no invitaban al optimismo, con un Anderson totalmente superado y desubicado en la pista. Aún así, supo superar el primer golpe y en el segundo set empezó a jugar mucho mejor, poniendo en apuros a Federer por primera vez en todo el torneo. Ya en el desempate, el suizo tiró de clase para colocarse con una ventaja de dos sets a cero. La tercera manga iba a marcar un punto de inflexión en el encuentro. Parecía estar todo decidido cuando Federer dispuso de bola de partido con 5-4 al resto, pero ahí Anderson empezó a cimentar su machada. Primero mantuvo su saque, después consiguió romper el saque del suizo por primera vez en todo el torneo y por último cerró el set por 7-5 después de superar un 0-40. En el cuarto set, otro break le sirvió a Anderson para llevar el partido al set definitivo, donde el guión estaba más que marcado y donde se necesitaron hasta 23 juegos para ver como el sudafricano rompía de nuevo y rubricaba una remontada histórica.

Por su parte, John Isner disputará sus primeras semifinales de Grand Slam a sus 33 años, en una temporada donde el norteamericano también estrenó su palmarés a nivel de Masters 1000 con el título conseguido en Miami. El de Greensboro ha tenido un camino algo más cómodo que el de su rival hasta la penúltima ronda, pero hay que destacar algunos encuentros donde el americano también rozó la eliminación. Concretamente en la segunda ronda, donde Ruben Bemelmans estuvo a punto de remontar un partido donde Isner se había hecho con las dos primeras mangas, un encuentro que además se tuvo que disputar en dos jornadas por falta de luz. Tras el susto, el norteamericano ya no ha levantado el pie del acelerador, ganando en tres mangas primero a Radu Albot y luego a un Stefanos Tsitsipas que llegó a los octavos de final compitiendo de forma notable en su debut en Wimbledon. En cuartos de final se encontró con otro viejo conocido de estas pistas, el canadiense Milos Raonic. Sin embargo, el partido quedó algó deslucido por las molestias físicas del canadiense, que pese a llevarse la primera manga, se vio totalmente condicionado por su lesión y acabó cediendo los tres parciales posteriores.

Anderson Isner se han encontrado en un total de doce ocasiones, con ocho victorias para el norteamericano por las cuatro del sudafricano. Todos los precedentes se encuentran entre los años 2008 y 2015, pero ninguno de ellos tendrá la importancia del encuentro de mañana. Un encuentro que estará marcado por los saques y muy probablemente se decida en varios tiebreaks y para nada se puede descartar un quinto set muy parecido al que ya vivieron tanto Anderson frente a Federer como Isner frente a Bemelmans.