Se acabó la representación española en el WTA International de Gstaad (Suiza). La última superviviente, la castellonense Sara Sorribes, no pudo refrendar las buenas sensaciones que había dejado en sus dos partidos previos y cayó sin mostrar mucha oposición ante la luxemburguesa Mandy Minella, número 226 del mundo, por 6-1 y     6-2 en una hora y cuarto de juego.

Sorribes estuvo nula al servicio: 32% de puntos ganados con primero (8 de 25) y un 24% con segundo (5 de 21)La actual número 83 del ránking de la WTA no tuvo ninguna opción de victoria en ningún momento, siendo ampliamente superada por su rival en todas las facetas del juego, sobre todo en el servicio, que sigue siendo el gran punto débil de Sorribes. Cierto es que en sus partidos suelen haber muchas roturas de saque, compensadas con los 'breaks' que consigue, pero hoy no pudo ni siquiera ganar uno de sus turnos de saque, siete en concreto. 

En ambos sets, Minella comenzó con un doble 'break' de ventaja, más que suficiente para controlar el partido aún perdiendo tres veces su servicio. Tras el 6-1 de la primera manga, hubo un pequeño atisbo de remontada a mediados de la segunda. Sorribes recuperó, en dos ocasiones, uno de los dos 'breaks' que llevaba de desventaja pero no fue capaz de consolidar ninguno de ellos, ni con 1-3 ni con 2-4. En resumen, su enorme lastre al servicio condicionó notablemente un encuentro que Minella sentenció tras 75 minutos de absoluto dominio.

La veterana tenista de Luxemburgo, de 32 años y que llegó a ser la número 66 del mundo en septiembre de 2012, buscará su primera final como profesional ante la joven checa de 19 años Marketa Vondrousova, otra tenista fuera del top100, la número 104 en estos momentos, verdugo de la rusa Evgeniya Rodina por 6-2 y 6-3 en el primer cuarto de final de la jornada.