Vestido de granate total y con el detalle de jugar el choque con la raqueta antigua, la misma que usó hasta el torneo de Miami, donde cedió en tres sets en la primera ronda ante el joven australiano Thanasi Kokkinakis, saltó Roger Federer a la pista central Arthur Ashe del USTA Billie Jean King National Tennis Center de Nueva York para realizar su debut en el US Open, que este año cumple 50 años.
El suizo, ganador en la ciudad estadounidense durante cinco años seguidos, desde el 2004 hasta el 2008, busca, diez años después de su último título en Flushing Meadows, levantar el sexto entorchado en el cuarto y último Grand Slam del año. El sorteo le deparó un cuadro duro y un duelo de primera ronda con el japonés Yoshihito Nishioka en lo que iba a ser el primer duelo entre ambos jugadores.
El Maestro, en su salsa
Desde un primer momento se observó a un Federer con el objetivo claro y conciso de querer ir por la vía rápida y estar el menor tiempo posible sobre la pista. El suizo, que salió con el mono de trabajo ya puesto, se subió a los raíles y se deslizó con suma velocidad que parecía hacerlo fácil y sencillo, eso sí encadenando algunos errores excesivos, cosa obvia, pero conectando en su gran mayoría golpes certeros y precisos que anularon por completo a un Nishioka que poco a poco parecía claudicar mentalmente ante semejante dominio del partido.
La precisión suiza dejó de funcionar por un momento en el segundo set, pero el nacido en Basilea, en unos instantes de maestría, solventó con gran facilidad tres pelotas de break que concedió para posteriormente llevarse el juego. El 5-0 campeaba sobre el nocturno ambiente , pero el japonés sacó coraje para evitar el rosco y sumar así un juego a su casillero de la segunda manga.
El de Basilea, evidentemente sin ningún tipo de presión y como si se tratase del meeting "Kids Day", propio del Open de Australia y del US Open cada año, prosiguió con su particular monólogo de tenis sobre la pista: inventándose golpes y dando y regalando mucho tenis a todos los congregados sobre la pista central del fabuloso complejo neoyorquino.
Federer alarga innecesariamente el debut
Los minutos transcurrían sin apenas muchos sobresaltos hasta que se llegó a su tramo final, momento en donde Federer se lió en exceso, cosa algo habitual y cotidiana en el tenista helvético, alargando así su debut. El japonés, que prácticamente estaba con los dos pies en los vestuarios y ya duchándose, vio como Federer le daba oxígeno extra.
Nishioka no desaprovechó la oportunidad de quedarse un ratito más sobre la pista peloteando con el hombre que más Grand Slams tiene. Dejó puntos bonitos, con el consiguiente aplauso del público de la Arthur Ashe y del propio Federer. Sin embargo, la agonía para el japonés no fue más que una "muerte" que se llevaba anunciando varios minutos antes. Antes de llegar a las dos horas, Roger Federer certificaba su acceso a la segunda ronda tras derrotar en tres sets por el marcador de 6-2 6-2 y 6-4 a Yoshihito Nishioka y verse las caras con el característico francés Benoit Paire en segunda ronda. Eso será el jueves.