Suspenso, dramatismo, emoción y un tenis exquisito. El partido de tercera ronda entre Rafael Nadal y Karen Khachanov, que se disputó en el segundo turno del mítico estadio Arthur Ashe, contó con todos estos agregados. El español, que defiende corona en el último Grand Slam de la temporada, consiguió revertir un partido que comenzó de la peor manera y empalmó tres sets consecutivos para doblegar el efusivo juego del ruso con parciales de 5-7, 7-5, 7-6 (7) y 7-6 (3) tras cuatro horas y veinticinco minutos de acción.  El español mostró una serenidad envidiable, superó una dura prueba de fuego y aprovechó errores puntuales de su adversario para dar vuelta la historia y conseguir el querido pase a una nueva instancia.

Rafael Nadal jugó un partidazo pero, de todas maneras, la aceleración, la vehemencia, y la búsqueda permanente de tiros ganadores por parte del número 26 del planeta hizo que el español nunca pudiese sentirse confiado. Ambos pusieron en práctica un tenis majestuoso y, ante el murmullo permanente y habitual que bajaba del estadio principal del US Open, jugaron el mejor partido de lo que va del certamen. El de Manacor fue creciendo con el correr de los games: durante el primer parcial, Khachanov ejecutó su plan a la perfección y, con pelotas muy profundas y veloces, obligó a Nadal a retrasarse muchos metros por detrás de la línea de fondo, para así, tomar el control del juego con su derecha. Sin embargo, tras ceder la primera manga, el español plasmó toda su experiencia sobre la pista y le impidió al ruso tomar mayor ventaja, cuando éste pudo haberse adjudicado también el segundo parcial.  

El drive del tenista ruso, el cual se asemeja por la firmeza y el daño que causa  al del argentino Juan Martín Del Potro, fue un problema sin resolución para Nadal durante largo tramo del encuentro. El panorama estaba claro, los disparos fluían con naturalidad y la estrategia empleada   por el joven de 22 años funcionaba exitosamente, lo que mantenía en una alerta continua a la leyenda española. No obstante, pequeños momentos de desconcentración, tensión, nervios y errores poco comunes ante este tipo de jugadores, son situaciones suficiente para terminar perdiendo el partido. Esto le ocurrió al ruso que, estando set arriba y 5-4 en el segundo, no consiguió mantener su servicio y terminó relegando el mismo tras cometer dos dobles faltas seguidas.

El tercer parcial fue el que menos variaciones y oscilaciones en el marcador afrontó. Ambos sacaron adelante sus turnos de servicios con mucha templanza (Nadal rescató tres break point), disputaron golpes espectaculares e hicieron disfrutar a los espectadores con un tenis de alto vuelo. La definición del parcial se halló en el tiebreak y fue en ese tramo del juego cuando el dueño de 17 Grand Slam ejecutó tiros brillantes que le permitieron tomar ventaja de dos sets a uno tras quedarse con el mismo por 9-7. Karen Khachanov tuvo en la palma de sus manos la oportunidad de batir a uno de los mejores tenistas de la historia. A pesar de ello, cuando el resultado cambió y Nadal tomó la batuta, el ruso siguió con una tranquilidad asombrosa: fuerte de la cabeza, sin expresiones de enfado y con la actitud siempre positiva, una señal que caracteriza a los grandes campeones.

Nadal concretó 49 tiros ganadores y 38 errores no forzados

El desenlace final del compromiso estuvo en clara sintonía con el desarrollo del mismo. Nadal quebró rápidamente el servicio del ruso y se adelantó 3-1. Todo hacía pensar que, luego de cuatro horas de un tenis intenso y luego de desperdiciar serias chances para adelantarse en la planilla, Khachanov iba a bajar su rendimiento. Lejos de eso, el joven que dispone de un futuro inmensamente alentador, dejó en el olvido lo ocurrido en los parciales previos y exigió a Nadal a jugar en su máximo esplendor. El balear sacó para partido 5-4 pero el ímpetu y el talento de su contrincante -que hoy ganó mucho más de lo que perdió- apareció una vez más para estirar el encuentro hasta un nuevo tiebreak.

El ruso falló más de lo deseado en la definición del partido y Rafael Nadal golpeó fuerte para quedarse con él por 7-6 (3) y para avanzar a la segunda semana del prestigioso certamen de los Estados Unidos, el cual configura el último torneo grande del año. Nadal y Khachanov batallaron durante más de cuatro horas de juego con un nivel implacable y llevaron a cabo el mejor partido de lo que va del US Open. En cuarta ronda, el español y actual uno del mundo, se enfrentará a Nikoloz Basilashvili (verdugo de Guido Pella) por un boleto a los cuartos de final.