Tras solventar su debut en Shanghái con más dificultades de las previstas, Kei Nishikori consiguió su segunda victoria en tierras chinas en otro partido igualado frente a Sam Querrey, aunque esta vez el japonés lo pudo cerrar en dos mangas (7-6(7), 6-4), tras una hora y 34 minutos de juego.

Un Querrey muy acertado al saque (16 saques directos), no le puso las cosas fáciles a Nishikori en ningún momento. El norteamericano acumulaba dos victorias en el torneo, la primera frente a Diego Schwartzman y la segunda ante su compatriota Taylor Fritz. Los dos jugadores sabían que el partido podía decidirse en muy pocos puntos y es por eso que ambos se agarraron a sus saques para no conceder ninguna opción al rival. Tras un primer set sin roturas de saque, aunque si con opciones (una para cada uno), el tiebreak tuvo que dictar sentencia. Querrey llegó a estar con 6-5 y saque a su favor, pero Nishikori protagonizó una reacción increíble para acabar llevándose la muerte súbita por 9-7.

En el segundo set Nishikori se encontró mucho más cómodo con la ventaja de tener un set a su favor. Por su parte, Querrey mantuvo su nivel al servicio esperando una oportunidad al resto que nunca llegó. Aún así, al estadounidense le quedaba la carta del desempate, pero cuando sacaba para mantenerse en el partido, Nishikori se encargó de anular cualquier opción de remontada cerrando el encuentro con su segunda bola de partido.

El japonés tendrá una auténtica prueba de fuego en los cuartos de final, donde ya le espera Roger Federer. El suizo ha conseguido vencer al último español que quedaba en el cuadro, Roberto Bautista-Agut, quien sin embargo ha dado la cara y a punto ha estado de dar la gran sorpresa de la jornada (6-3, 2-6, 6-4).