Este certamen es uno de los que le cae bien a Novak Djokovic, dado que consiguió la cuarta corona en el ATP Masters 1000 de Shanghai luego de superar al croata Borna Coric por 6-3 y 6-4 en un partido que se prolongó durante una hora y 37 minutos de juego. El serbio jugó mejor los puntos clave y su éxito fue inobjetable, y más aún, cuando no le da chances a su oponente.

En la recta final de la temporada, hablar de Djokovic es hablar de solidez y perseverancia. El actual número tres del escalafón tomó las riendas del encuentro desde la primera pelota y le hizo la tarea complicada a su adversario para intentar derrotarlo. Los primeros games fueron de estudio, aunque Djokovic tenía en claro que es lo que tenía que realizar.

Con el marcador 3-2, fue donde el serbio consumó la rotura: aprovechó las pequeñas indecisiones del croata para tomar el primer break point y establecer la primera diferencia del capítulo inicial. Sin embargo, Coric no se dio por vencido e intentó recuperarlo al instante y, pese a que lo llevó contra las cuerdas, no pudo generar una oportunidad y Nole se escapaba en el marcador. Cerrar la manga no fue tan complicado, ya que se encontró con un 40-0 que no desperdició y, tras 39 minutos, el nacido en Belgrado cerraba el primer set en el estadio Qi Zhong para estar mucho más cerca de su cuarta corona en el certamen chino.

El segundo parcial comenzó con un Djokovic hecho un vendaval y consumando un quiebre en el primer juego, para desarticular cualquier plan del oriundo de Zagreb. En el tercer juego, Nole dispuso de cuatro break points más, pero no los pudo concretar y Coric aún seguía con vida en el partido. Con el croata sacando 3-5, Djokovic dispuso de tres match points, pero continuaba dejando escapar las oportunidades y el encuentro se extendía más de la cuenta.

No obstante, con su servicio, el ex número uno del mundo y múltiple campeón de Grand Slam no sembró dudas y sin complicaciones se colocaba 40-0 para generar el cuarto match point del partido, primero con su saque. El rally fue extenso y con un revés largo del croata, que confirmó el ojo de halcón, Novak Djokovic alzaba el cuarto título en el ATP Masters 1000 de Shanghai.