La temporada está a nada de acabar y el WTA Premier de Moscú dio un espectáculo digno de ser apreciado. En su encuentro final, Daria Kasatkina superó a Ons Jabeur por 2-6, 7-6 (3) y 6-4, tras dos horas y cinco minutos de partido. La rusa supo manejar la presión y los nervios mejor que su contrincante y pudo asegurarse una gran victoria.

Los primeros puntos de la manga fueron bastante raros, producto que Kasatkina comenzó rompiendo el servicio de la tunecina, que se recuperó instantáneamente para colocar la paridad 1-1. Jabeur estaba mucho más sólida desde el fondo de la cancha, molestando con sus golpes y haciendo desplazar a la rusa, que no podía hacer pie en el partido.

La nacida en Ksar Hellal apretó las clavijas en los compaces decisivos y propinó un quiebre para estar por delante por primera vez en el encuentro. La tunecina buscaba el primer título de su carrera y parecía que estaba muy cerca de conseguirlo. Otra rotura en el game final le entregó el parcial en su favor y todo parecía mucho más sencillo que en la previa.

El segundo set fue un vaivén de errores, con muchos quiebres de servicios y poca solidez por parte de ambas. Al igual que en el primer capítulo, Kasatkina arrancó quebrando, pero Jabeur niveló el marcador. Un nuevo quiebre de la tunecina la ponía 3-1 y servicio, a apenas tres juegos de conseguir la corona. Sin embargo, la oriunda de Toliatti consumó una rotura en el séptimo juego y nuevamente estaba igualado el tablero en 4-4.

Entonada tras haber conseguido la paridad, la rusa volvió a torcer la balanza y se puso 6-5, con el fin de sacar para el set, pero la actual número 101 del escalafón no la dejó, recuperó el quiebre y forzó la definición al tie-break. Allí fue todo tan inestable, Kasatkina fue la que menos se equivocó y se quedó con el set para continuar con vida en el certamen ruso.

En la última manga, los nervios se apoderaron de ambas, que no se decidían a ir a buscar el encuentro. Otra vez era la rusa quien comenzaba quebrando, pero Jabeur lo recuperaba al instante, evitando la escapada de su contrincante. La paridad se mantuvo hasta el mítico séptimo juego, cuando Kasatkina volvió a quebrar y se colocó 5-3. La victoria estaba al alcance de la mano.

En ese juego, la rusa tuvo un match point, que no logró capitalizarlo y acabó cediendo ese juego de saque, para que la tunecina se metiera en el partido. Sin embargo, eso fue solo una ilusión dado que Kasatkina se quedó con el partido tras quebrar en el último game del encuentro, sellando el título en el WTA Premier de Moscú y el segundo en su carrera.