La temporada de Angelique Kerber fue un poco irregular, producto que comenzó fuera de las 20 primeras y en los torneos iniciales le costó encontrar el ritmo. Fue campeona en el WTA Premier de Sydney y luego le costó ser protagonista en la parte media de la temporada. Recién en Wimbledon llegó el segundo título de la temporada y tuvo un cierre aceptable, donde acabó en el segundo puesto del ranking, pero quedando eliminada en la fase de grupos del WTA Finals.

La alemana buscará volver a ser la monarca de las tenistas y para ello, contrató al ex top ten Rainer Schuettler para que sea su coach y reemplazar al belga Wim Fissette. "Espero que mi experiencia pueda ayudarla a traer una perspectiva fresca a un equipo ya fuerte de por sí. Estoy deseando comenzar a trabajar con ella", sentenció el flamante entrenador de Kerber.

La primera parada de Schuettler será en la segunda semana del año, dado que la alemana debutará en el WTA Premier de Sydney, donde defiende el título. En pocos días más comenzarán a trabajar juntos y el alemán tendrá dos meses para preparar a su compatriota en busca del primer encuentro de la temporada 2019. Schuettler tiene unos muy buenos resultados que lo acompañaron en su carrera como tenista así que tiene mucho para brindarle a Kerber e intentar transmitirle esos consejos para que vuelva a estar en el primer puesto.

Por su parte, Wim Fissette no se quedará sin empleo y ya tiene una nueva tenista con quien trabajar. Será la ex número uno Victoria Azarenka, con quien trabajó hasta antes del embarazo de Vika y estaba obteniendo muy buenos resultados. El belga sabe como entrenar a las mejores tenistas del circuito y es una apuesta fuerte, para que Azarenka vuelva al lote de las primeras del escalafón.