El año 2018 fue sumamente positivo para Karen Khachanov, pese a que no tuvo un buen comienzo de temporada. Tras haber realizado una temporada 2017 regular, éste sería el año de su despegue donde se codearía con los mejores tenistas del planeta. La primera mitad fue sólida, pero en la segunda parte tuvo unas grandes actuaciones que le permitieron cerrar el año en el puesto 11º del escalafón.

Primer título del año

En la gira oceánica se topó con Juan Martín del Potro que le privó de conseguir un gran resultado. En Auckland, el ruso superó a Yuichi Sugita y a Pablo Cuevas, para terminar cayendo en cuartos de final ante Del Potro por 7-6 (4) y 6-3. El sorteo en el Abierto de Australia no sería tan favorable y en la segunda ronda se topó con el argentino, que lo volvió a derrotar, esta ocasión por 6-4, 7-6 (4), 6-7 (0) y 6-4.

El cemento indoor de Europa le sentó bien y pudo demostrar su buen nivel. En Montpellier alcanzó los cuartos de final, cediendo ante David Goffin por 6-4 y 6-4, mientras que en Rotterdam tuvo su debut y despedida, luego de caer ante Philipp Kohlschreiber. Sin embargo, en Marsella llegaría la revancha. Llegó hasta la final sin ceder ningún set y habiendo eliminado a Ruben Bemelmans, Mischa Zverev, Julien Benneteau y Tomas Berdych. En el encuentro final, el ruso sacó lo mejor de su repertorio y venció a Lucas Pouille por 7-5, 3-6 y 7-5, para conseguir el primer título del año y el segundo de su joven carrera.

Dubai fue la antesala de los primeros dos ATP Masters 1000 del año, donde se lo notó cansado producto de la cantidad de encuentros que disputó en las últimas semanas y cayó derrotado en la segunda ronda frente a Pouille, quien se tomó revancha de lo sucedido en Marsella. En Indian Wells perdió en primera ronda ante su compatriota Evgeny Donskoy y en Miami cedió en tercera rueda ante Kevin Anderson.

La arcilla no es su fuerte

Las pistas lentas no son las favoritas de Khachanov, pero se defendió bien y logró sumar algunos puntos. El saldo terminó siendo positivo y pudo desplegar su talento ante los mejores tenistas. En Montecarlo derrotó a Thanasi Kokkinakis y a Gilles Simon, para caer en tercera ronda ante Rafael Nadal por un categórico 6-3 y 6-2.  En Barcelona perdió en tercera rueda, mientras que en Madrid y Roma se despidió en el primer partido del certamen.

Con poco rodaje, el ruso llegaba a la gran cita, a la Catedral del Tenis sobre polvo de ladrillo, al mítico Roland Garros. El sorteo fue favorable y se asomaba Alexander Zverev en la cuarta ronda. Arrancó el torneo con victoria ante Andreas Haider Maurer, después se cargó a Guillermo García López y terminó repitiendo victoria ante Pouille, para acceder a la cuarta ronda. Su rival era Zverev, tal como se preveía y el alemán lo derrotó por 4-6, 7-6 (4), 2-6, 6-3 y 6-3 en tres horas y media de partido. Una maratón en la cancha Suzanne Lenglen.

Las pocas semanas del césped fueron positivas ya que alcanzó cuartos de final en Halle y fue superado por Novak Djokovic en la cuarta ronda de Wimbledon por 6-4, 6-2 y 6-2, donde el serbio sería el posterior campeón en La Catedral. Luego de esa derrota, el ruso se tomó unas semanas para descansar y volver con todo para la última parte del año.

El cemento, su mejor aliado

La gira estadounidense no comenzó de la mejor forma, pero poco a poco fue tomando rumbo y los resultados comenzaron a darse. En Washington cedió en la presentación, pero el ATP Masters 1000 de Toronto fue uno de sus mejores certámenes de la temporada. En el debut superó a Filip Krajinovic, luego hizo lo propio ante Pablo Carreño Busta y John Isner, un jugador muy difícil de vencer. Alcanzó las semifinales tras vapulear a Robin Haase, pero se encontró con Nadal, que lo venció por 7-6 (3) y 6-4. El ruso alcanzaba su mejor resultado en este tipo de torneos.

En Cincinnati no pudo demostrar lo mejor y perdió en tercera ronda ante Marin Cilic por 7-6 (5), 3-6 y 6-4. Nadal volvió a ser su pesadilla en el US Open y lo derrotó en la tercera rueda, pero por un marcador mucho más parejo y donde tuvo chances de quedarse con el encuentro. Fue victoria del español por 5-7, 7-5, 7-6 (7) y 7-6 (3), luego de cuatro horas y 23 minutos en el estadio Arthur Ashe.

La recta final del año, con sus otras dos coronas

En San Petersburgo, el ruso cayó en su presentación ante Stan Wawrinka y nuevamente, Del Potro le cortó su ritmo en el ATP 500 de Beijing. China no le sonrió y en el Masters de Shanghai perdió ante Stefanos Tsitsipas en la segunda ronda. Sin embargo, esas derrotas lo hicieron volver hecho una fiera y en su casa, en el ATP 250 de Moscú, hizo un torneo maravilloso. Al ser uno de los preclasificados, pasó libre la ronda inicial y luego venció a Lukas Rosol, a Mirza Basic y a su compatriota Daniil Medvedev para ser el finalista. En el partido decisivo no generó dudas y barrió a Adrian Mannarino por 6-2 y 6-2 para meterse en el Top 20 por primera vez en su carrera.

En Viena cayó en la segunda ronda ante Kei Nishikori, pero en el ATP Masters 1000 de París tuvo su reivindicación, venció a cuatro Top Ten y se quedó con la corona. Krajinovic y Matthew Ebden eran sus dos primeros rivales y el ruso se los sacaba con suma comodidad. Sin embargo, todo se comenzó a complicar, pero nada fue imposible. Venció a Isner por 6-4, 6-7 (9) y 7-6 (8), después  despachó a Zverev y a Dominic Thiem, para alcanzar la final. Allí se tomó revancha de Djokovic y lo superó por 7-5 y 6-4, para desplomarse de alegría sobre el cemento parisino.

Para Karen Khachanov era un sueño estar en el ATP Finals y quedó como 11º en la carrera. Ante las bajas de Nadal y Del Potro, el ruso se ubicaba como primer suplente y, a lo mejor, tendría una oportunidad en el Torneo de Maestros. Sin embargo, se quedó con las ganas, pero seguramente, el año próximo estará peleando por un lugar y será uno de los protagonistas de los torneos más importantes.