Volvió al ruedo. Rafael Nadal venció al australiano James Duckworth por 6-4, 6-3 y 7-5 y accedió a la segunda ronda del primer Grand Slam del año. Su próximo rival será otro jugador local: Matthew Ebden.

Era el primer partido entre ambos y el regreso de Rafa a las pistas después de cuatro meses. Desde aquella semifinal del Us Open frente a Juan Martín Del Potro que Nadal no competía oficialmente. Nuevamente en Melbourne, el nacido en Manacor comenzó con el pie derecho el camino hacia un gran torneo, que le quite la amarga sensación de haberse retirado en la semifinal del año pasado.

El set inicial pareció no desarrollarse nunca. El mallorquín golpeó rápidamente al australiano y le quebró el primer juego de saque. La irregularidad de Duckworth a lo largo del parcial hizo que Nadal no sufriera más de la cuenta. El número dos del mundo se limitó a defender sus juegos de saque y buscar la posibilidad de herir al local cuando las oportunidades se le presentaban. Finalmente, Rafa se quedó con la primera manga por 6-4 en 40 minutos de juego.

En el segundo set Nadal pestañeó y perdió su juego de saque. El australiano se puso 2-0 arriba y con margen para confirmar el quiebre, pero la garra del español se hizo presente y recuperó el game perdido. A partir de allí todo fue de Rafa. Con un 83% de primeros servicios y 74% de los puntos ganados con ese saque, el australiano tuvo poco para hacer. Ambos tuvieron 14 tiros ganadores, pero los errores no forzados del español fueron sólo tres contra los trece del local. La balanza se inclinaba claramente en favor de Nadal.

En el tercer parcial el saque del campeón del 2009 bajó considerablemente su rendimiento, lo que emparejó las cosas. Aún así, la diferencia entre tiros ganadores y errores no forzados fue ampliamente favorable al español. Rafa quebró el saque de su rival en el sexto juego y parecía encaminarse al cierre. Cuando sacaba 5-4 para sellar el pase a la próxima ronda perdió su juego de saque, pero eso no cambiaría las riendas del encuentro. Dos games más tarde el español quebraría el saque de Duckworth y obtendría su pase de ronda.

Rafa es, desde hace más de una década, uno de los puntos cardinales que marcan el rumbo de este deporte. Este año será para Andy Murray -quien supo ser por momentos uno de esos puntos- el último de su carrera. El español mira hacia un costado y ve a un Roger Federer priorizando torneos y disfrutando de su longevidad y en el otro encuentra a un Novak Djokovic en un 100% y con ansias de otro año estelar. En el medio, Nadal. Aceptando el paso del tiempo y mutando su servicio en base a ello, pero al mismo tiempo dejando todo por no perderle pisada al serbio. Mientras Rafa tenga chances dará todo por alcanzar esa meta. La cima del ranking está en juego.