Kei Nishikori Pablo Carreño protagonizaron un auténtico maratón de tenis en su partido de octavos de final del Open de Australia, con algo más de cinco horas de partido divididas en cinco mangas. La moneda acabó cayendo del lado del japonés, que logró una increíble remontada tras perder los primeros sets (6-7(8), 4-6, 7-6(4), 6-4, 7-6(8).

Ninguno de los dos tenistas empezó el partido especialmente firme con su servicio. Y es que se vieron hasta cuatro roturas de saque en los seis primeros juegos del partido. A pesar de ello, la igualdad en el marcador se mantuvo y nadie cedió hasta el tiebreak. Los saques tampoco se impusieron en el desempate y tras una auténtica montaña rusa, fue finalmente Carreño el que consiguió adjudicarse la primera manga.

El español puso una marcha más en el segundo parcial, donde se aseguró una rotura en el tercer juego. A partir de ahí supo gestionar la renta ante un Nishikori que jugó bien desde el resto pero fue incapaz de voltear la situación.

El jugador nipón estaba de nuevo al borde de la eliminación. La situación para él se volvió más dramática todavía cuando Carreño se colocó por ventaja en el tercer set (3-2). Sin embargo, el español no consiguió asegurar la rotura conseguida y el actual número 9 del ránking ATP se reenganchó al partido. El set tuvo que decidirse de nuevo en el desempate y esta vez Nishikori mostró un mayor acierto para recortar diferencias en el marcador.

Tal y como había pasado en el segundo set, el japonés aprovechó la inercia de la manga anterior y encarriló el cuarto parcial a su favor. Tuvo que romper en dos ocasiones el saque de Carreño, ya que el español consiguió responder al primer break. No le tembló el pulso a Nishikori, que mandó el partido al quinto y definitivo set justo cuando se cumplían las cuatro horas de juego.

La batalla fue agónica. Nishikori consiguió ponerse por primera vez en el partido por delante en el marcador gracias a un break en el tercer juego. Poco después Carreño desaprovechó su oportunidad al resto y parecía que el español se rendía definitivamente. Pero con el japonés sacando para llevarse el encuentro, el gijonés encontró una última opción y mandó el encuentro al tiebreak final. La emoción y los nervios se repartieron a partes iguales en este tramo final, pero por desgracia también hubo lugar para la polémica. Con 8-5 a favor del español, el juez de silla se equivocó al cantar mala una bola de Carreño que había tocado la red justo antes de que Nishikori lograra el golpe ganador. Sin embargo, en lugar de repetir el punto el árbitro decidió dárselo al japonés, algo que enfadó y descentró completamente al jugador español. Y es que tras este error, Nishikori ganó los cuatro puntos siguiente para acabar sellando su triunfo.

Su rival en cuartos de final será Novak Djokovic. El serbio superó en cuatro sets a Daniil Medvedev en el último duelo de la jornada (6-4, 6-7(5), 6-2, 6-3).