Un sueño del que Stefanos Tsitsipas no se querrá levantar. El griego, que había eliminado a su ídolo, Roger Federer, ahora se cargó a Roberto Bautista y lo venció por 7-5, 4-6, 6-4 y 7-6 (2), luego de tres horas y 19 minutos para llegar a las semifinales del Abierto de Australia 2019. El griego está en un nivel formidable y anhelará conseguir el título en el primer Grand Slam de la temporada.

El comienzo fue algo dubitativo para el griego, que le costaba conectar algunas pelotas y fue aprovechado por el español, que consumó el quiebre en el primer juego. Tsitsipas apretó un poco las clavijas, forzó algunos break points sobre el servicio de Bautista y pudo nivelar el marcador en el 4-4. Cuando todo parecía que se definía en el tie-break, un nuevo quiebre del número 15 del escalafón, dejó sin chances a su rival y se adjudicó el primer parcial por 7-5.

Pese a haber perdido el primer set, el castellonense siguió concentrado, armando peloteos largos para buscar el error de su contrincante. Recién en el tercer game, el nacido en Atenas cometió algunos errores claves y Bautista los capitalizó para inclinar la balanza 2-1 en su favor. A partir de allí, ambos se mostraron sólidos con el servicio y, el español no entregó ninguna chance de quiebre para no poner en riesgo su saque. Sin mayores preámbulos, Bautista nivelaba el partido a un set por lado.

La tercera manga tuvo muy buenos momentos y el Rod Laver Arena estallaba de algarabía, con la gran muestra de tenis que entregaban estos dos hombres. El primer quiebre del parcial, volvió a caer en manos de Bautista, que en el quinto game se ponía 3-2 y servicio. Rápidamente, Tsitsipas no se dejó inquietar y volvió a poner la paridad en el séptimo juego, colocando el marcador 4-4. En el último juego, el español no pudo sostener su servicio, salvando dos set points en contra, pero en el tercero, Tsitsipas puso un slice pegado al fleje para cerrar el episodio en su favor.

El cuarto parcial fue el más parejo de todos, donde ninguno buscó tomar la iniciativa y se limitó a mantenerse con su servicio. Ambos estuvieron muy sólidos con sus saques y durante los primeros diez juegos, no hubo ninguna oportunidad de quiebre. Sin embargo, Tsitsipas tuvo un match point, pero el español tomó riesgos y le salió bien, salvándolo con un winner de drive. El tie-break fue el espectador de lujo de un fantástico encuentro. Allí, el griego estuvo un poco más fino, rápidamente se colocó con cuatro match points más, pero en el primero se quedó con la victoria.