Stan Wawrinka derrotó a Kei Nishikori por 6-2, 4-6 y 6-4 en el partido correspondiente a las semifinales del torneo de Rotterdam. Wawrinka se hizo con el triunfo en un partido muy intenso y apretado que se acabó decidiendo por pequeños detalles en el tramo final. El suizo jugará su segunda final en Rotterdam (la primera que jugó en 2015 ya la ganó), y será su primera final desde Roland Garros en 2017. Stan buscará su segundo título en Holanda ante Monfils. Nishikori, en cambio, cae eliminado en semifinales en su primera participación.

Gran imagen inicial del suizo

El nivel de Wawrinka fue espectacular en el primer set, el suizo logró hacer mucho daño al inicio del partido y se hizo con la primera rotura en el segundo juego. Stan aprovechó un despiste de Nishikori que perdió su saque yendo 40-15 y logró la rotura tras conectar un gran passing con su derecha. El suizo no tuvo problemas para consolidar y se colocó 3-0. En el juego siguiente, Wawrinka comenzó a estar inspirado con su revés y no le estaba dando ni una oportunidad a Nishikori.

Stan volvió a romper el servicio del japonés tras un nuevo error de este en el cuarto juego. A partir de ahí, Kei comenzó a jugar sin miedo, a apretar más con su derecha y logró su primer juego y su primera rotura del partido tras forzar el error de Wawrinka en la red. Nishikori recortó de nuevo distancias tras mantener su servicio por primera vez en el encuentro, a pesar de que el suizo dispuso de dos bolas de rotura, el japonés le dio la vuelta y continuó con vida.

Sin embargo, Nishikori no pudo hacer mucho más. Wawrinka mantuvo su servicio sin problemas en el séptimo juego y se colocó a un juego de ganar la primera manga. Stan no esperó al servicio y cuando dispuso de su primera bola de set, no se lo pensó dos veces y fue a por ella. Wawrinka cerró la primera manga por 6-2 con un perfecto golpe de revés cruzado que rozó la línea. El suizo estuvo muy inspirado con ese golpe durante todo el set y el japonés no pudo hacer nada.

Nishikori, mejor en el segundo parcial

El japonés comenzó a mejorar en el segundo set y gracias a los errores de un Wawrinka que tuvo demasiada confianza en sí mismo, se hizo con la rotura en el primer juego. Tras el cambio de lado, Nishikori salvó tres bolas de rotura y consolidó la rotura. Kei volvió a romper en el siguiente juego y el segundo set se le empezó a poner muy de cara. El japonés tuvo una ventaja de 4-0, pero un pequeño despiste le hizo perder su servicio en el sexto juego y permitió que Stan se metiese de nuevo en la lucha.

A pesar de todo, Nishikori no volvió a perder el servicio en toda la segunda manga y todos los esfuerzos de Wawrinka para igualar el segundo parcial no valieron para nada. Kei se hizo con el segundo set por 6-4 tras mantener sin problemas su servicio, el japonés jugó muy bien bajó presión, al contrario que en el primer set, y consiguió empatar el partido a un set. Al igual que la primera semifinal del día, esta también iba a necesitar un tercer set.

Gran tenis y mucha emoción en el último set

Los dos tenistas jugaron muy bien bajo presión con su servicio en todo el tercer set. Wawrinka conectó grandes primeros que le permitieron lograr muchos puntos sencillos con saques directos y puntos de saque. Nishikori movió y desgastó muy bien al suizo cuando este restaba y salvó una bola de rotura con una gran derecha en el sexto juego. El partido llegaba a la parte final, a la parte decisiva y en el décimo juego se acabó decidiendo todo.

Wawrinka contó con una bola de rotura y de partido, y no la desaprovechó. El servicio de Nishikori fue muy lento y muy flojo, y Stan con un resto que acabó siendo un golpe ganador de derecha, cerró el partido y selló su pase a la final. Wawrinka vuelve a una final por primera vez desde Roland Garros 2017, y gracias a los 300 puntos que sumará como mínimo, podrá volver a meterse entre los 40 mejores del mundo. Monfils y Wawrinka lucharán por ganar en Rotterdam en 2019.