Nick Kyrgios volvió a demostrar en Acapulco cuáles son los escenarios que más le gustan y donde se siente más cómodo. Tras vencer a Rafael Nadal y a John Isner, en la final el australiano venció a otro top-10, Alexander Zverev, en dos sets (6-3, 6-4) y tras poco más de hora y media de partido.

El australiano consiguió llevar el partido a su terreno desde el inicio, lo que generó una incomodidad constante en Zverev, que vio como su rival era el que llevaba la voz cantante, tanto en lo positivo como en lo negativo. El alemán vio como Kyrgios le arrebataba el servicio en el cuarto juego del encuentro y luego no era capaz de aprovechar dos puntos de break para devolver la igualdad al marcador. El australiano ya no hizo más concesiones y con un juego muy sólido se aseguró la primera manga por 6-3.

El segundo set arrancó con un intercambio de breaks pero de nuevo fue Kyrgios quien salió más beneficiado. Zverev encontró el único momento de debilidad del australiano pero no fue capaz de aprovecharlo. En el cuarto juego, el alemán pudo ponerse con ventaja en el marcador pero de nuevo dejó escapar su oportunidad y a continuación Kyrgios no perdonó. Como si de un juego se tratase, el australiano parecía abrirle la puerta del break en cada turno de saque a Zverev para después sacar todo su potencial y darle la vuelta al marcador. Ya en el último juego, el australiano no dio pie a más sorpresas y cerró el encuentro, con el que suma su quinto título ATP.

Con esta victoria Kyrgios ascenderá más de 40 puestos en el ránking, hasta el número 31. Por su parte, Zverev seguirá en el número 3 de cara al primer Masters 1000 de la temporada. El alemán volvió a saltar a la pista junto a su hermano Mischa Zverev para levantar el título de dobles tras imponerse en la final a Austin Krajicek y Artem Sitak (2-6, 7-6(4), 10-5).