Un debut complicado pero satisfactorio del japones Kei Nishikori quien en, tres arduos sets de dos horas y media, derrotó a su adversario Adrián Mannarino y avanzo a la siguiente etapa de primer Masters 1000 del año.  Una primera tanda de juego que pocos imaginaban. Kei Nishikori comenzó el partido muy preciso y decidido. Además, consiguió lograr un quiebre para colocarse 3-1 arriba y el primer set parecía encaminarse por el lado del japones. Pero tras una leve levantada de Mannarino y sorpresivas doble falta del nipón, el francés lograría quebrar y confirmar, por consiguiente, su servicio.  Lo que había comenzado como un tramite para el japones, se volvió un dolor de cabeza insoportable. La paridad comenzó a reinar entre ambos jugadores, pero Nishikori saco a relucir su chapa de top-ten y consiguió un nuevo quiebre que le aseguro el primer set por 6-4.

El segundo set reflejó la misma paridad del primero. Ambos jugadores cuidaron su servicio al comienzo, Nishikori logrando winners destacables y el francés utilizando el servicio como arma principal. El partido se entorno lento y predecible ante ciertas jugadas y movimientos que tanto el nipón como el francés, desplegaban en el Court número 2 de Indian Wells. El punto de inflexión, se tonaría en favor de Mannarino, quien logro quebrar el saque del japones y con su servicio, obtener la segunda tanta.

El tercer y último set comenzó mal para el nipón, ya que en pocos minutos se encontraba break abajo. Mannarino presionaba y su levantada era cada vez mayor. Pero el número 7 del mundo supo controlar el envión del francés, logró el quiebre y se adelantó en el marcador por 3-2.  El francés igualaría las cosas y mantendría la tediosa paridad de todo el partido. Nuevamente y por tercera vez en el match, el tanteador marcaba 4-4 y ambos jugadores se encontraban exhaustos. Esta larga historia se definió en el Tie-Break, cuyo ganador fue el japones Kei Nishikori por 7-4.

Sin duda que Kei Nishikori no esta pasando uno de los mejores momentos tenísticos, pero si hay algo que nunca le falta al nipón son,  la garra y el soporte físico. Mas allá de que quedan cosas por ajustar y mejorar, el japones gano y por ahora mantiene viva su ilusión aquí, en Indian Wells. Su rival dependerá del ganador entre Hurkacz o Lucas Pouille.

 

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