Todavía con algunas cosas por pulir, pero Karolina Pliskova ya va dejando su sello en Indian Wells. La checa, actual número cinco del mundo y con posibilidades matemáticas de salir de California en la primera posición del ránking mundial, mejoró sus registros con respecto a su primer partido y avanzó sin mayores problemas hacia los octavos de final del primer WTA Premier Mandatory de la temporada. En 67 minutos de juego, Pliskova derrotó por 6-3 y 6-2 a la 'qualy' belga Ysaline Bonaventure, situada en el puesto 144 del mundo, en un choque en el fue de menos a más para terminar venciendo con autoridad. 

13 saques directos por parte de Pliskova en el día de hoy, además de llevarse el 71% de puntos con primer servicio

El hecho de llevar más ritmo en el cuerpo al proceder de la fase previa e incomodando a su rival con su efecto de zurda, hizo que Bonaventure sembrara dudas en el juego de Pliskova, que tuvo una salida horrible con su servicio, el cual cedió consecutivamente en sus dos primeros turnos del primer set. Para su fortuna, la belga no logró aprovechar el momento de zozobra de la checa, que recuperó rápidamente los dos 'breaks' y con otro más acabó sellando la primera manga por 6-3

Ahí se acabaron también las opciones de Bonaventure. El segundo parcial resultó ser cuesta abajo para Pliskova, que mejoró con su primer saque (94% de efectividad, 15 de 16) al tiempo que se beneficiaba de las innumerables dobles faltas de su rival, que llegó a cometer hasta 12. Tres de ellas llegaron en el primer juego de este segundo set, con el consecuente 'break' para Pliskova. La de Louny administró perfectamente su renta y puso fin al encuentro logrando otra rotura, la quinta del mismo, tras 67 minutos de juego. Sin disponer todavía de sus mejores sensaciones, la quinta cabeza de serie del cuadro y doble semifinalista en este torneo (2016 y 2017) va cogiendo confianza para lo que se avecina, que no es otra cosa que los octavos de final ante la estonia Anett Kontaveit, número 21 del mundo y una de esas jugadoras con tenis de sobra para doblegar a cualquiera.