Tras mucho tiempo vagando por el desierto, parece que Garbiñe Muguruza ha encontrado el punto de inflexión que andaba buscando. La tenista española, actualmente vigésima del ránking mundial, está demostrando esta semana en Indian Wells que aún tiene mucho que dar en el circuito. Tras su victoria ante Serena Williams en tercera ronda, por abandono de ésta, también hay que decirlo, hoy sumó su segunda victoria consecutiva frente a una top10, en este caso, la holandesa Kiki Bertens, a la que remontó un set de desventaja para terminar ganando por 5-7 6-1 y 6-4 en casi dos horas y media de juego.

Ambas dispusieron de las mismas bolas de rotura, 14, pero Muguruza se mostró más certera con siete 'breaks' por cuatro de Bertens

El encuentro, que abría la jornada en la pista central, fue un toma y daca constante. Muguruza llevaba la iniciativa en la mayoría de los puntos, mientras Bertens se quedaba agazapada desde el fondo confiando en su gran poderío físico. Pero fruto de esa mayor agresividad, Muguruza comenzó por delante y llegó a disponer de su servicio para cerrar el primer set con 5-4 a su favor. Ahí aparecieron las recurrentes dudas de la española cuando se encuentra por delante en el marcador, una situación que le acabó costando el set tras ceder dos veces consecutivas su servicio, el último de ellos desperdiciando un 40-0

Los 28 errores no forzados acumulados tras la primera manga y, sobre todo, cómo había terminado ésta dejaban entrever un posible bajón mental de la caraqueña, pero ocurrió todo lo contrario. Tras cerrar la herida salvando varias bolas de 'break' en su primer turno de saque del segundo set, Muguruza se reactivó. Como si hubiera recibido una descarga eléctrica, la española dejó atrás los errores y apabulló a Bertens, que no volvió a ganar un juego en toda la manga (6-1). Todo se iba a decidir en la última, y ahí la pupila de Sam Sumyk ejerció como la bicampeona de Grand Slam que es, primero remontando un 'break' de desventaja (2-1) para después con 5-4 a su favor, cerrar el partido a la primera con su séptima rotura del encuentro. EL último punto resultó ser el mejor del partido, con ambas jugadoras batallando desde el fondo de pista hasta que la cabeza de Bertens estalló con una dejada que acabó en el pasillo de dobles. 

Así pues, Muguruza alcanza los cuartos de final del primer WTA Premier Mandatory del año dos años después, su techo hasta ahora en este torneo. Para superarlo, tendrá enfrente a una de las jóvenes más prometedoras del circuito y, a la vez, una de las más enchufadas en cuanto al momento de forma. Se trata de la canadiense Bianca Andreescu, de sólo 18 años pero que ya ocupa el puesto 60 del mundo. Muguruza ha tenido que esperar mucho para poder obtener esta oportunidad y ahora, lo tiene todo en su mano para volver a donde nunca debió salir: la élite del tenis mundial. 

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