Tras más de 30 años en Cayo Vizcaíno, el torneo de Miami necesitaba aire de renovación y parece que lo ha encontrado en el Hard Rock Stadium. El hogar de los Miami Dolphins, equipo perteneciente a la NFL (National Football League) estadounidense, será el encargado de albergar las próximas ediciones del segundo WTA Premier Mandatory del año. Tras muchos años siendo considerando como el 'quinto grande', la aparición del magnate Larry Ellison, dueño de Oracle, cambió las tornas e hizo que Indian Wells le ganara la partida en estos últimas temporadas como el mejor torneo de su categoría. Es por ello que James Blake, director del torneo, y todo su equipo han puesto toda la carne en el asador en este nuevo escenario para volver al estatus que había mantenido casi desde su nacimiento. 

La lucha por el número uno más caliente que nunca

Pero al margen del cambio de sede, el Miami Open será el escenario de una nueva batalla por el número uno del mundo. La igualdad es máxima dentro del circuito WTA y una muestra de ello es que las ocho primeras del mundo se encuentran separadas por menos de 1.000 puntos. Solamente Sloane Stephens, vigente campeona y que por lo tanto no puede sumar punto alguno, no tiene posibilidades matemáticas de acceder a esa primera plaza del ránking. 

Además de la pista central, con capacidad para 14.000 espectadores, la nueva sede del Miami Open dispone de otras 30 pistas tanto de juego como de entrenamiento

Las tres primeras de dicho ránking, Naomi Osaka, Petra Kvitova y Simona Halep, respectivamente, no salieron bien paradas de Indian Wells, pero aquí tienen una nueva oportunidad de lograr un buen resultado que les permita recuperar buenas sensaciones y aspirar o mantenerse, en el caso de Osaka, en esa primera posición. Tampoco hay que olvidar a Karolina Pliskova, Elina Svitolina o Kiki Bertens, quinta, sexta y séptima cabezas de serie del cuadro, respectivamente, que también querrán brillar al sol de Florida. Angelique Kerber, por su parte, viene con confianza tras alcanzar la final en Indian Wells, algo que según ha reconocido ella misma, le dará un plus de moral de cara al resto de temporada. 

La número uno del mundo, Naomi Osaka, defenderá su privilegiada posición en Miami. Foto:zimbio.com
La número uno del mundo, Naomi Osaka, defenderá su privilegiada posición en Miami. Foto:zimbio.com

Pero si hay una tenista que se juega el todo por el todo en estas próximas dos semanas, esa es Sloane Stephens, la vigente campeona. Su comienzo de temporada ha sido mediocre cuanto menos, con cinco victorias por otras tantas derrotas. Viene de despedirse de California a las primeras de cambio y con sólo tres juegos en su haber. Su ruptura con Kamau Murray no parece haberle sentado bien a la jugadora de Plantation, pero qué mejor lugar que su casa y ante su público, para recuperar su mejor nivel y dar un puñetazo encima de la mesa. 

Sloane Stephens defenderá su título en medio de unas crecientes dudas en su juego. Foto: zimbio.com
Sloane Stephens defenderá su título en medio de unas crecientes dudas en su juego. Foto: zimbio.com

Andreescu no quiere dejar de soñar

La bielorrusa Victoria Azarenka (2016) fue la última jugadora en hacerse con el denominado 'Sunshine Double', es decir, ganar en Indian Wells y Miami el mismo año. Una gesta de extrema dificultad y más aún en un circuito tan variable como el femenino, donde este año nadie ha podido repetir victoria en ningún otro torneo.

La vencedora se llevará 1.340.860 dólares, mientras que la finalista 654.380. El 'prize money' es el mismo tanto en chicos como en chicas

Bianca Andreescu es la siguiente jugadora con la oportunidad de hacerlo. La joven canadiense culminó una semana de ensueño con su primer triunfo como profesional y aunque ella misma declaró que lo importante es disfrutar el momento, también querrá dejar claro que esto no será flor de un día. 

Garbiñe busca seguir creciendo y Carla, evocar tiempos mejores

Al igual que en Indian Wells, tres representantes españolas repetirán presencia en Miami. Con sus continuos altibajos todavía presentes, Garbiñe Muguruza quiere seguir prolongando sus buenas sensaciones en este inicio de año. La caraqueña alcanzó los cuartos de final en el primer Mandatory del año, pero su batacazo frente a la posterior campeona, la citada Andreescu, dejó un regusto amargo en un torneo que, hasta ese momento, estaba viendo la mejor versión de la bicampeona de Grand Slam en mucho tiempo. 

Serena Williams es la auténtica reina de Miami, con hasta ocho triunfos (2002, 2003, 2004, 2007, 2008, 2013, 2014 y 2015)

Sus triunfos frente a Bertens y Serena Williams, esta última con lesión de por medio, tienen que servir de rampa de lanzamiento para seguir progresando en el ránking en un año en el que apenas defiende puntos en los torneos importantes. Carla Suárez, sin embargo, no se encuentra en un buen momento de forma, todo lo contrario. De su brevísima estancia en Indian Wells ( un único partido con dos juegos ganados) mejor ni hablar. Lo positivo es el buen recuerdo que siempre le traerá este torneo, puesto que aquí alcanzó su única final en un torneo de esta categoría, en 2015, cayendo ante la estadounidense Serena Williams. Tras sus últimas actuaciones, no se espera una gran versión de la grancanaria pero esa falta de presión muchas veces ha ido en su favor. De Sara Sorribes, la tercera y última tenista nacional presente en la fase final, no hay mucho más que decir. Con lograr alguna victoria, su participación ya será un éxito. 

Garbiñe Muguruza, durante su partido de Indian Wells ante Bianca Andreescu. Foto:gettyimages.es
Garbiñe Muguruza, durante su partido de Indian Wells ante Bianca Andreescu. Foto:gettyimages.es

El torneo comienza este mismo martes y se prolongará hasta el sábado 30 de marzo, día de la gran final.